El plan de Tesla Inc. para construir una nueva planta de ensamblaje en México es una realidad, dando señales claras de que el país se convertirá en un centro de fabricación de vehículos eléctricos, incluso con miras a tener un nivel similar al de Estados Unidos.
La planta en Monterrey será una de las primeras en México, dedicada por completo al costoso y complejo proceso de fabricación de autos eléctricos. Esto sin duda es un impulso clave para la economía del país, que durante mucho tiempo ha sido punto de suministro para los fabricantes de vehículos de gasolina y diésel.
Para diversos expertos, esta decisión trae consigo grandes ventajas que incluyen no solo la generación de empleos por mano de obra o un mayor impulso mayor al Tratado de Libre Comercio, también traerá beneficios importantes para empresas locales que verán en Tesla un aliado directo o indirecto del crecimiento.
¿Por qué Tesla decidió invertir en México?
El porqué de la decisión de construir una planta en México con valor aproximado de $1.000 millones de dólares se basan en tres puntos clave:
Tratado de Libre Comercio
De acuerdo al Gobierno Mexicano, una de las mayores ventajas que facilitaron la llegada al país son los tratados de libre comercio que tiene México. Tesla podrá tener una posición estratégica que impulse no solo la construcción, sino la exportación de vehículos a Europa y Latinoamérica.
A esto se puede sumar que México ofrece aranceles cero para varios insumos importados desde China que son importantes para la fabricación de los vehículos de Tesla, algo que no ofrece Estados Unidos.
Experiencia de México en la industria
Para diversos expertos, el hecho de haber elegido a México también yace en el hecho de que el país tiene una gran oferta profesional de Ingeniería de alta calidad, así como profesionalismo en proveedores que facilitan por completo la operación.
Para dimensionar, de acuerdo con Tesla, casi la mitad de los ingenieros que trabajan en la empresa en todo el mundo se han formado en México.
La misma Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), asegura que la decisión de Tesla muestra la confianza que existe en la "calidad de la mano de obra" del país, que en la actualidad reconocen múltiples marcas.
Cercanía con la planta de Austin
El tercer punto crucial es precisamente, la cercanía con la instalación de Austin, que queda a solo seis horas. Esto apunta por completo a la cadena de valor, ofreciendo un dinamismo que no lo tendría en ningún otro lugar del mundo.
Cifras que impulsa Tesla en México
Una vez claro el por qué de la decisión, queda ver la proyección. Si bien no hay cifras oficiales de la empresa de origen estadounidense, la AMIA asegura que la megafábrica tendrá una capacidad de hasta 750,000 unidades anuales, lo que equivale al 22.6% de la producción total de vehículos de México reportada en 2022.
De ser realidad, la capacidad de la planta en México aportaría el 37% de la producción total máxima de Tesla antes del movimiento. Recordemos que la empresa de Elon Musk hoy en día tiene capacidad para fabricar alrededor de dos millones de automóviles al año en cuatro fábricas: en Fremont, California; Shanghai, China; Austin, Texas, y Berlín, Alemania; ahora se suma Nuevo León, México.
Es importante tener en cuenta que México actualmente es el séptimo productor de vehículos a nivel global, algo que apunta a cambiar de forma positiva retomando el objetivo de alcanzar los 5 millones de unidades eléctricas producidas en México al año, siendo el máximo histórico alcanzado en 2019, cuando se ensamblaron cerca de 4 millones de unidades.
Tesla apunta alto, sobre todo en superar a rivales directos como Ford que hasta el momento cuenta con el título de vehículo eléctrico con mayor volumen de producción en el país con su Mustang Mach-E, que se ensambla desde noviembre de 2020 en Cuautitlán, Estado de México, y del que paulatinamente ha incrementando sus niveles de producción.
Sin duda la competencia en México será agresiva con la incursión de Tesla y las armadoras que han anunciado la incorporación de vehículos eléctricos a sus líneas de producción antes de que termine la década, como BMW en San Luis Potosí, General Motors en Coahuila o Volkswagen y Audi en Puebla.
El reto hacia adelante ahora será no solo para las grandes empresas extranjeras, sino para la estructura mexicana que deberá tener la capacidad de mantenerse como una plataforma competitiva para la producción de vehículos.
La oportunidad de los proveedores mexicanos
La llegada de Tesla a México trae consigo un desarrollo aún más importante para los proveedores de la industria automotriz mexicana con el obvio desarrollo de sistemas de calidad, manufactura esbelta, requerimientos contractuales y volúmenes de producción.
Es un hecho que para los fabricantes de automóviles el seleccionar y desarrollar socios de negocio de excelencia que permita la introducción de nuevas tecnologías y evolucionar aún más esta industria tan importante para nuestro país es un tema muy importante. Bajo ese sentido, el desarrollo de proveedores debe mejorar en el desempeño de los socios, para que a través de la cadena de suministro el desarrollo y lanzamiento del producto sea un éxito.
Tesla en México sin duda trae consigo diferentes avances, siendo los proveedores quienes van a tener una oportunidad invaluable de crecimiento, pero también retos como el hecho de necesitar la revisión de su información en tiempo real y anticipar sus pagos.
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