Expandirse a México ofrece grandes beneficios, entre ellos, el tamaño del mercado, con una alta presencia de empresas que enfrentan barreras para acceder a servicios financieros, creando oportunidades para soluciones fintech ágiles. A pesar del tamaño de su economía, el acceso financiero en México sigue siendo limitado, lo que amplía el potencial de impacto.
Además, la ubicación estratégica de México facilita el acceso a industrias importantes y otros mercados, como Estados Unidos y Centroamérica, gracias al nearshoring. Su cultura empresarial y creciente digitalización crean un entorno propicio para la adopción de nuevas tecnologías. México ofrece un mercado con necesidades no atendidas, un entorno regulatorio favorable y un ecosistema empresarial en expansión, lo que lo convierte en una opción estratégica para la expansión.
México y Chile comparten el desafío de la relativa baja bancarización de las empresas, lo que abre oportunidades para fintechs que ofrecen productos financieros accesibles e innovadores. Ambos países están comprometidos con la innovación: México tiene una Ley Fintech desde 2018 que regula de manera integral el ecosistema, mientras que Chile está en proceso de implementación de una Ley Fintech.
Las principales diferencias radican en el tamaño y madurez de los mercados. México, con más de 130 millones de habitantes, es mucho más grande, aunque enfrenta retos de adopción por desconfianza hacia nuevos productos financieros. Chile, con una población menor y un ecosistema fintech más maduro, muestra mayor predisposición hacia las tecnologías financieras. Sin embargo, el ecosistema mexicano, siendo uno de los más importantes de la región, ofrece mayores oportunidades de colaboración y expansión.
Aquí la nota completa por el Mercurio