Como lo vimos en “Cambios en el sector CPG tras la pandemia”, los productos de consumo masivo han experimentado cambios importantes de cara al cliente en los últimos meses. El hecho de ser tan solicitados, provoca gran competencia entre las empresas del sector, pero ahora se le suman los retos normales provocados por los estragos de la pandemia por Covid-19 y la inflación que azota a diversas regiones del planeta.
La inflación en México
De forma resumida, podemos decir que la inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de bienes y servicios de una economía en un periodo determinado.
Hablando de México, la inflación se mide a partir del cambio en los precios de una canasta de 299 bienes y servicios genéricos que representan el consumo de las familias mexicanas e integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Una característica muy notoria en la medición de inflación en México es la canasta que sirve para la medición ya que esta contiene una serie de productos con precios muy variables, como algunos alimentos (que suben y bajan según la estacionalidad y otros fenómenos pasajeros), así como bienes y servicios vinculados al precio del petróleo (sujeto a volatilidad en mercados internacionales).
¿Por qué importa la inflación?
Si bien una inflación controlada permite mantener el poder adquisitivo de la sociedad, al mismo tiempo que incentiva la producción de bienes, su contraparte puede provocar, ya sea que bienes pierdan valor (inflación baja) o, que se reduzca la capacidad de compra afectando así al mercado (inflación alta).
Para facilitar el análisis, la inflación se divide en dos categorías: subyacente y no subyacente.
Inflación subyacente
Es la variación de los precios de los bienes y servicios cuyos precios son más estables, esto es, que no varían fácilmente en el tiempo.
Este sector brinda una mejor aproximación de cómo se comportarán los precios en el mediano plazo ya que sus precios no están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad (consumo masivo).
Inflación no subyacente
Es la variación de los precios de los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles y sobre los que la política monetaria no tiene incidencia.
Incorpora precios de bienes y servicios que afectan a la inflación de manera temporal, por lo que no permite identificar su tendencia. Estos son bienes cuyos precios están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad.
Fuente: México cómo vamos
Impacto de la inflación en el consumo masivo
Durante enero de 2023, la canasta básica de alimentos en zonas rurales y urbanas de México tuvo un encarecimiento de 11%, de acuerdo con cifras procesadas por el Coneval, mientras que la canasta básica ampliada (bienes y servicios no alimentarios fundamentales para la vida) tuvo un encarecimiento de 9% en zonas rurales y de 8% en zonas urbanas.
De acuerdo con el Banco de México, actualmente existe un entorno económico “complicado”, provocado por la pandemia y de la invasión de Rusia a Ucrania, factores que incentivaron la inflación general, registrando niveles no vistos en más de dos décadas, al pasar de 7.27% en el primer trimestre de 2022 a 7.77% en el segundo trimestre del mismo año, hasta llegar a 8.62% en la primera quincena de agosto.
Bajo ese panorama, analizando el impacto de la inflación en el sector de consumo masivo Kantar Group, una empresa de análisis de datos y consultoría de marca, comparó los precios de diversos productos del sector –que por su naturaleza tienen una menor elasticidad al precio y las familias no van a dejar de comprar–.
Dichos grupos de productos registran un aumento de costo entre el 5% y 10% que impactan directamente al consumidor, pues no todas las personas llegan a tener aumentos de sueldo alineados con la inflación.
De acuerdo con Kantar, haciendo foco en las categorías que crecen por arriba de la inflación, se observa una reducción en la compra media, es decir, categorías que crecen por arriba de 7.5% son las que los hogares comenzaron a reducir su consumo.
Mientras más alto sea el incremento en precio, mayor será la caída en volumen de compra. Si un producto de uso recurrente comienza a subir de precio, esto provoca que el hogar que consume empieza a espaciar mucho más la adquisición, los quitan de la lista de compra, y esto ocasiona que al final el promedio de litros o kilos que entra al hogar sea menor que el año pasado.
Un factor se da en la ecuación costo–beneficio; cuando analizamos las categorías de productos que crecen por encima de la inflación, se observan cambios en los tamaños elegidos, tomando relevancia los grandes, esto como una alternativa para contrarrestar las subidas de precio.
Bajo esa idea, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (ConMéxico) canales como Tiendas Club y Mayoristas, han tenido más desarrollo el último año, aumentando los hogares que asisten a estos puntos de venta por las características de sus productos. Esto se da gracias al fenómeno inflacionario que está provocando una migración de “marcas premium” a “marcas promedio” o de éstas a “marcas blancas”, es decir la de distribuidor. Kantar complementa esto asegurando que los movimientos se dan en aquellas categorías con incremento de precio mucho más alto.
En el caso de la economía mexicana, se pensaría que los niveles socioeconómicos son los que dictarían estos cambios en la forma de comprar, pero Kantar observó que el mayor impacto está siendo en los hogares que tienen cinco o más integrantes, debido a que tienen que comprar mayor volumen para el consumo de todos en el hogar.
Fuente: Kantar
¿Cómo puede combatir la inflación el sector CPG?
La salida de una pandemia y el ingreso a una inflación mundial supone grandes retos y cambios importantes en las formas de vender. Bajo el panorama actual, recomendamos algunos puntos para combatir la inflación.
Benchmarking
No cabe duda que el consumidor es cada vez más analítico al momento de realizar una compra. De acuerdo con KPMG, hoy en día el consumidor en México analiza hasta seis factores diferentes antes de comprar un producto.
Es un hecho que ya no es suficiente el “prestigio” de una marca, para quienes buscan comparar todos los beneficios ofrecidos. Es por eso que el sector masivo debe no solo ofrecer los “mejores productos”, sino aquellos que ofrezcan un valor agregado al cliente en un momento donde se obtiene menos, gastando más dinero.
Estrategias inteligentes
Ante un panorama inflacionario, la creación de estrategias inteligentes de venta es un factor diferencial para vender. Pensemos que –de acuerdo a Nielsen– de los consumidores mexicanos, 86% actualmente percibe un impacto en el empleo, 52% se encuentra en una situación financiera empeorada y 67% declara un impacto negativo en sus ingresos familiares.
Bajo ese panorama, hablamos de un consumidor golpeado que se pensará dos veces antes de comprar algo. Es ahí donde una estrategia creativa y de mercado puede marcar el sendero para el crecimiento.
La importancia del cuidado de la cadena de suministro
A medida que la industria CPG (Bienes de Consumo Empaquetados o por sus siglas en inglés Consumer packaged goods) se adapta a la realidad del consumo impactada por la inflación, surge una oportunidad de mirar a detalle toda la cadena de suministro desde la raíz: los proveedores.
Es el momento indicado de mejorar la rentabilidad, al mismo tiempo que se fortalece la colaboración con proveedores, se maximiza la inversión en tecnología y se adecúan los procesos a lo que los clientes necesitan.
La tecnología puede ser aprovechada para conectar información a lo largo de la cadena de suministro, ayudando a mejorar la colaboración y la visibilidad de los procesos.
Crear sinergia con los proveedores, por medio de financiamiento
Un proveedor es un socio de la empresa. Si ellos crecen es probable que se puedan mejorar las condiciones pactadas.
Los corporativos de la industria de consumo masivo trabajan con todo tipo de proveedores, desde los más grandes, hasta proveedores pymes. Por esto, es conveniente segmentar y realizar un análisis de lo que cada uno requiere. En ocasiones, a los proveedores más pequeños no se les presta mucha atención, cuando podrían ser los socios estratégicos que mejor calidad ofrecen con sus productos. Es por esto que crear sinergia y acercarlos a ciertos programas, podría tener beneficios para ambos.
Actualmente existen programas pensados en los corporativos como el de Pronto Pago, con el cual las grandes empresas acercan financiamiento a sus proveedores con las mejores condiciones, sin que esto signifique un costo o gestión por su parte. Este programa ayuda a que los proveedores mantengan sus finanzas bajo control y puedan crecer con la liquidez que necesitan. De esta forma, si un corporativo necesita pagar a largos plazos a sus proveedores, ellos reciben el pago de forma anticipada, sin verse afectados económicamente.