El factoraje o adelanto de cobro de facturas es un producto financiero para las empresas que buscan optimizar su flujo de efectivo.
Cobrar anticipadamente el importe de las deudas puede suponer un gran alivio financiero para una empresa, siendo el factoraje una herramienta que lo hace posible.
El principal beneficio que la empresa obtiene al contar con un aliado que ofrezca factoraje, es transformar las ventas a crédito en operaciones al contado.
Sin embargo, es importante comprender que existen diferentes criterios para evaluar su elegibilidad. En este artículo, encontrarás algunos factores clave que se consideran para otorgar factoraje.
Solidez financiera:
Las empresas deben tener estados financieros sólidos y demostrar una capacidad financiera adecuada para cumplir con sus pagos a los proveedores. Los factores financieros que se evalúan pueden incluir la estabilidad de los ingresos, la rentabilidad, los activos y pasivos de la empresa, así como el historial de crédito.
Calidad de las cuentas por cobrar:
El factoraje se basa en la cesión de las cuentas por cobrar de una empresa. Por lo tanto, la calidad de estas cuentas es un factor clave en la evaluación de elegibilidad. Deben ser válidas, no estar sujetas a disputas o litigios, y estar respaldadas por contratos o facturas claras y verificables.
Riesgo crediticio:
Se evalúa el riesgo crediticio asociado con los clientes de la empresa. La calidad crediticia de los clientes es importante ya que el factoraje implica la transferencia de riesgo de no pago. Por lo tanto, los factores considerarán el historial crediticio de los clientes, su capacidad de pago y su solvencia financiera.
Volumen de ventas:
El volumen de ventas y las perspectivas de crecimiento de una empresa también son factores evaluados. Las empresas con ventas constantes y un crecimiento sólido tienen mayor probabilidad de ser elegibles para adelantar el cobro por medio del factoraje, ya que indican un flujo de efectivo predecible y una buena capacidad de pago de las obligaciones financieras.
Estabilidad operativa:
Se evalúa la trayectoria de la empresa, su experiencia en el sector y capacidad para gestionar eficientemente sus operaciones. Una empresa con una gestión sólida y una estructura operativa estable se considera más apta para el factoraje.
En conclusión, el factoraje o adelanto de cobro de facturas es recomendable para las empresas que buscan obtener liquidez inmediata. Además, puede brindar flexibilidad financiera, permitiéndoles aprovechar oportunidades de crecimiento, cumplir con sus obligaciones comerciales y mantener relaciones sólidas con sus proveedores.
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