En cualquier tipo de compañía, sin importar su tamaño o industria, el acceso a datos valiosos que impulsen la toma de decisiones ágiles y estratégicas es algo crucial para mantener una ventaja competitiva. Una de las formas de recopilarlos es mediante el cálculo de los ratios de rentabilidad.
En Xepelin, queremos que cuentes con la información necesaria para impulsar el crecimiento de tu negocio y que puedas monitorear su desempeño con datos y métricas valiosas. Por esta razón, en este artículo hablaremos sobre cómo calcular los ratios de rentabilidad para conocer a fondo el desempeño de tu empresa y cómo utilizar esta información para impulsar su desarrollo.
¿Qué son los ratios de rentabilidad?
Los ratios de rentabilidad son métricas financieras que permiten conocer la capacidad de una empresa de convertir sus procesos de venta e inversión en ganancias. Es decir, su capacidad de ser rentable. Aunque existen algunos que calculan la rentabilidad general de una compañía, también existen otros que se enfocan en medir la rentabilidad con respecto a distintas variables.
Cuando estos indicadores son altos, esto suele indicar que una empresa está usando sus recursos de manera eficiente, de tal forma que está generando mayor riqueza sin aumentar su inversión inicial. Sin embargo, esto no siempre pinta una imagen completa del desempeño de una organización.
¿Para qué sirven los ratios de rentabilidad?
Sirven para medir la eficiencia de una empresa en convertir sus recursos en ganancias en un momento específico. Esta información sirve para que la compañía detecte algún problema en el manejo de sus recursos, para demostrar a posibles inversionistas o fuentes de financiamiento que una compañía está siendo rentable o para realizar una comparación entre organizaciones del mismo sector.
De manera general, los ratios de rentabilidad podrían mostrar si una estrategia o política está siendo efectiva. Por ejemplo, resultados altos podrían señalar que una estrategia de reducción de costos o una política de gastos nueva están cumpliendo con su propósito. Sin embargo, para obtener insights más apegados a la realidad y sacar conclusiones certeras, es necesario combinarlos con otras métricas e indicadores y analizarlos dentro de un contexto específico.
Además, dado que los ratios solo muestran una imagen estática en un instante preciso, deben de calcularse periódicamente de forma manual o combinarse con plataformas de monitoreo de datos en tiempo real que.
¿Qué tipos de ratios rentabilidad existen?
Se dividen en 2 categorías principales: los ratios de margen y los ratios de retorno. Los ratios de margen miden la capacidad de una compañía para transformar sus ingresos en beneficios, mientras que los ratios de retorno calculan su habilidad para convertir la inversión en ganancias.
Entre los ratios de margen, se encuentran:
- Margen de utilidad bruta: muestra el porcentaje de ganancias de una empresa considerando la proporción entre ingresos totales y costos de producción o COGS (Cost Of Goods Sold)
- Margen de utilidad neta: representa las ganancias de una compañía al comprar sus ingresos con sus gastos totales
- Margen operativo: consiste en el porcentaje de ganancias obtenidas en comparación con el total de costos directos e indirectos operativos (costos administrativos, de ventas, de marketing, etc.)
- Margen de flujo de caja o cash flow: mide la capacidad de una empresa de mantener un flujo de caja constante a partir de sus ingresos
Por otro lado, los ratios de retorno son los siguientes:
- Retorno sobre el activo (ROA): indica la relación entre los activos de una empresa y sus ingresos totales
- Retorno sobre el patrimonio (ROE): muestra la capacidad de una compañía para utilizar el total de su patrimonio propio para generar ganancias; es uno de los indicadores más importantes para medir la rentabilidad de una empresa
- Retorno sobre la inversión (ROI): permite conocer la relación entre el total de la inversión necesaria para generar ganancias en un proyecto específico y las ganancias obtenidas
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Ratios de margen: fórmulas para calcularlos
Las fórmulas para calcular los ratios de margen, y algunos consejos para comprender los resultados, son los siguientes:
Margen de utilidad bruta = Ingresos totales - costos de producción / Ingresos totales x 100
El resultado mostrará el porcentaje de ganancias obtenido en comparación con los costos de producción, indicando el nivel de éxito de un modelo de negocios en su más mínima expresión.
Margen de utilidad neta = Ingresos totales - costos totales / Ingresos totales x 100
La cifra obtenida representa el porcentaje de beneficios conseguido en comparación con todos los gastos de la empresa, mostrando una visión más realista sobre la capacidad de la compañía para generar ganancias después de afrontar todas sus obligaciones de pago.
Margen operativo = Ingresos totales - costos operativos / Ingresos totales x 100
Un punto medio entre el margen bruto y el margen neto, este resultado muestra el porcentaje de beneficios obtenidos en comparación con los costos operativos sin incluir intereses ni impuestos.
Margen de flujo de caja = Flujo de caja / Ingresos totales x 100
Para calcular el flujo de caja, únicamente es necesario sumar el total de ingresos, el valor de amortizaciones y depreciaciones, y cambios en el capital de trabajo. Tras aplicar la fórmula, el resultado representará el porcentaje de liquidez que posee la empresa para afrontar sus obligaciones de pago a corto plazo.
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Ratios de retorno: fórmulas para calcularlos
Para calcular los ratios de retorno, solo debes aplicar las siguientes fórmulas:
Retorno sobre el activo (ROA) = Ingresos netos / Valor de activos totales x 100
La fórmula arrojará un porcentaje que consiste en la proporción entre los beneficios totales y los activos de tu empresa, indicando su efectividad para aprovechar los activos en la generación de ganancias.
Retorno sobre el patrimonio (ROE) = Ingresos netos / Patrimonio neto x 100
Este resultado es monitoreado constantemente por accionistas y posibles inversionistas, ya que representa el porcentaje de beneficios obtenidos en comparación con todos los recursos propios (no externos) que una empresa utiliza para generarlos.
Retorno sobre la inversión (ROI) = Ingresos netos / Costo de inversión x 100
El resultado muestra el porcentaje de ganancias obtenido en proporción a una inversión particular. Más que un indicador general, el ROI sirve para calcular la rentabilidad de una inversión en específico. Por ejemplo, la efectividad de una estrategia de marketing nueva o la adquisición de nuevas herramientas de producción.
¿Cómo interpretar los ratios de rentabilidad?
A grandes rasgos, cuando uno de los ratios muestra un valor alto, la empresa está siendo rentable en ese nivel particular. Sin embargo, para generar insights más valiosos sobre una compañía, se necesita comparar todos los ratios entre sí, o compararlos con otras métricas clave.
Por ejemplo, si se calcula el margen de utilidad bruta, y el resultado es un porcentaje alto, podría parecer que la empresa está funcionando de forma correcta. Sin embargo, dado que este solo mide el éxito de un modelo de negocios, no logra mostrar una imagen verdadera sobre la compañía. Podría suceder que, al calcular la utilidad neta, el resultado pueda ser negativo.
En este caso, al combinar ambos ratios, se puede obtener un insight valioso: el modelo de negocios de la empresa tiene un gran potencial, pero se necesitan tomar medidas de manejo de costos indirectos y otros gastos para aprovecharlo.
Aunque la información requerida para calcular los ratios de rentabilidad se puede encontrar en documentos contables, como el balance general y el estado de resultados, no siempre es tan sencillo acceder a ellos de forma rápida. Por esto, para aprovechar al máximo el potencial de los ratios de rentabilidad y la información que pueden proporcionar, es recomendable utilizar herramientas que permitan visualizar toda la información financiera de una compañía en tiempo real y en un solo lugar.
De esta manera, puedes monitorear regularmente la salud de tu negocio y conseguir métricas confiables y de alto impacto que te permitan detectar problemas antes de que sucedan y tomar mejores y más rápidas decisiones impulsadas por el poder de los datos.
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