Uno de los pasos más importantes para calcular el precio de los productos o servicios que ofrece tu empresa y garantizar su rentabilidad a largo plazo es aprender a controlar y registrar los costos. Para ello, primero es necesario entender los diferentes tipos de costos que influyen en el proceso de producción y en el valor final de tu mercancía.
Los costos se clasifican en 4 tipos: costos directos e indirectos y costos fijos y variables. Los 2 primeros se definen por el efecto que tienen en el valor de tu producto y los 2 últimos se definen por la periodicidad en la que debes pagarlos. Cada tipo afecta de diferente forma tus precios y debes aprender a registrarlos correctamente para crear una mejor gestión financiera en tu empresa y saber cuando es necesario hacer modificaciones en tu cadena de producción como ajustes en materiales o cambios de proveedores.
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Costos directos: ejemplos y cómo calcularlos
Los costos directos son aquellos que se relacionan directamente con el proceso de producción de tus productos o servicios. Es decir, influyen en gran medida sobre el valor final de tus artículos y deben calcularse y analizarse constantemente para establecer precios accesibles para tu público, pero rentables para tu empresa.
Algunos ejemplos de costos directos son:
- Materias primas necesarias para crear y empaquetar tus productos
- Maquinaria o herramientas necesarias para producir tu mercancía o prestar tus servicios
- Mano de obra requerida para tu cadena de producción
- Costos relacionados con el transporte de mercancías o servicios a domicilio
Los costos que apliquen a tu negocio dependen del tipo de productos o servicios que ofrezcas. Por ejemplo, si tu empresa se dedica a la producción de comestibles, para determinar el valor de cada artículo tendrás que considerar el precio de los ingredientes necesarios, los embalajes, el salario de tus trabajadores, las herramientas que estos necesitan para producir y los costos asociados con transportar tu mercancía a supermercados o a clientes directos. Por otro lado, si tu empresa presta servicios a domicilio de reparaciones eléctricas, no tendrás que costear materias primas, pero deberás analizar los precios de transporte, salarios y herramientas necesarias para que tus trabajadores presten sus servicios.
Afortunadamente, estos son los costos más sencillos de controlar y modificar. La mejor forma de mantener un registro de ellos es enumerar cada uno, sumarlos y calcular el precio unitario final del producto al que están asociados. Si determinas que tus costos directos son demasiado altos o que el margen de ganancias para tu empresa es muy bajo, puedes reducirlos cambiando de proveedores o negociando con ellos.
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Diferencias y relaciones entre costos, gastos y pérdidas en tu negocio
¿Qué son los costos indirectos y cómo calcularlos?
Los costos indirectos son aquellos que no se relacionan directamente con la producción de un artículo o servicio, pero que son necesarios para mantener el funcionamiento correcto de tu empresa. Si bien no tienen una relación tan estrecha con tu mercancía, es importante tomarlos en cuenta al momento de determinar precios, porque el margen de ganancias que obtengas de tus ventas tiene que ser suficiente para solventarlos y lograr una mejor gestión financiera.
Algunos ejemplos de costos indirectos son:
- Inversiones en publicidad y marketing
- Gastos de oficina
- Salarios de personal de ventas, administración, marketing, etc.
- Renta de oficinas o instalaciones
- Pagos de servicios como electricidad, agua, etc.
Al contrario de los costos directos, los indirectos son más difíciles de controlar y de determinar, ya que su efecto en el proceso de producción no es tan tangible a simple vista. Determinar su efecto en tus precios finales conlleva un proceso de análisis y cálculo extensivo que debe abarcar todos los gastos de tu empresa y relacionarlos con los costos directos de producción.
Por ejemplo, si determinas que el costo de producción directo de cada artículo que vendes es de $10, antes de calcular el valor final, tienes que tomar en cuenta los costos operativos de tu empresa a lo largo de un mes o año y relacionarlo con la cantidad de productos que logras generar en ese mismo periodo de tiempo. De esta forma puedes saber cómo distribuir tus costos indirectos en el valor final de tu mercancía, puedes llevar esto a cabo apoyándote de tu balance general para obtener información real sobre tu empresa.
¿Qué son los costos fijos? Ejemplos y cómo registrarlos
A su vez, los costos directos e indirectos se pueden clasificar en costos fijos y variables. Los costos fijos son aquellos que se mantienen constantes durante un largo periodo de tiempo y no son afectados por el volumen de producción. Por ejemplo, el alquiler de instalaciones o el mantenimiento de maquinaria necesaria para producir.
Los costos fijos son necesarios para la producción o distribución de tus productos o servicios y deben considerarse en el cálculo de su valor final. Se puede decir que representan las bases para comenzar el proceso de producción.
Dado que se mantienen constantes por un largo plazo de tiempo, son más fáciles de registrar y de integrar a los costos finales de producción. Puedes mantener un registro de ellos de forma anual e incorporarlos al cálculo de tus precios finales dividiéndolos entre las unidades que produjiste, de manera similar a los costos indirectos.
¿En qué consisten los costos variables?
Por otro lado, los costos variables solo pueden controlarse a corto plazo y varían según el volumen de producción. Algunos ejemplos concretos son: herramientas para llevar a cabo la prestación de servicios, materias primas para elaborar productos y materiales necesarios para embalaje de artículos. La cantidad de estos objetos que necesites adquirir está relacionada con la cantidad de productos o servicios que vayas a generar.
La mejor forma de controlar los costos variables es mediante técnicas de análisis de mercado y de costos de producción generales. Si conoces a fondo tu público y la forma en la que se comporta la demanda de tu producto, podrás tomar decisiones sobre cuándo invertir en generar más unidades y cuándo es mejor esperar. Igualmente, puedes buscar formas de reducir los costos directos sin afectar la calidad de tu producto para así reducir los costos variables de tu empresa, incluso cuando produzcas unidades en exceso.
Diferencias y similitudes principales entre tipos de costos
Para comprender de forma más sencilla las diferencias y relaciones entre cada clasificación de costos, puedes revisar la siguiente tabla:
Conocer los diferentes tipos de costos y cómo estos influyen en la rentabilidad de tu empresa es crucial para hacerla crecer y evitar pérdidas. Una vez que logres comprender las similitudes y diferencias entre cada uno, podrás tomar mejores decisiones financieras y mejorar la gestión de tu negocio.
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