Para muchos dueños de negocios, el 2024 significó un cambio drástico en la forma, no solo de crecer, sino mantenerse en un mercado agresivo, lleno de competencia y con grandes movimientos.
Inflación mundial, agitación geopolítica, proteccionismo, inclusión, cuidado a la salud, crecimiento digital y más tendencias marcaron el 2024, que sin duda será un parteaguas con miras al fortalecimiento, siempre y cuando se tomen las decisiones más coherentes y seguras.
Resiliencia, factor esencial
Aunque 2024 suponía un alivio luego de varios años llenos de retos, la realidad fue muy diferente. Para ponerlo en perspectiva, el año trajo consigo nuevas “crisis” que exigen un factor clave: resiliencia.
Secuelas del Covid-19
Es una realidad que la pandemia por Covid-19 en 2020, vino a trastocar un modelo comercial frágil. Su llegada terminó afectando negativamente el empleo, lo que trajo consigo una lógica caída en las cadenas de producción y por ende, impulsó posturas nacionalistas y anti-globalización. Además, trajo consigo un sentido de apresuramiento por que las empresas iniciaran cuanto antes su camino hacia la digitalización, algo que se percibe incluso hasta el momento actual.
Para finales de 2021 e inicios del 2022, la disputa comercial entre Estados Unidos y China se tradujo en rupturas de diversas cadenas productivas. El caso más destacado es el de los microprocesadores, elementos clave por sus efectos en un gran número de actividades que van desde la producción de hardware hasta la de automóviles y maquinaria industrial.
En este contexto, han surgido cuestionamientos al modelo de globalización basado en cadenas de producción que operan con métodos productivos y de entrega justo a tiempo (just in time) y con bajos inventarios.
Guerra en Ucrania
Aunque Latinoamérica se encuentra “lejos” del conflicto bélico en Ucrania, la actualidad que vivimos es de una “red” marcada por un mundo globalizado. El mejor ejemplo del daño colateral que ha tenido la guerra es la desaceleración económica mundial.
De acuerdo con la CEPAL, este acontecimiento bélico ha disminuido en gran medida el impulso del comercio, afectando sobre todo la economía de países en vías de desarrollo.
Al igual que sucede con las cadenas de producción y sus efectos por la pandemia, la guerra en Ucrania ha afectado significativamente sectores de producción primaria (petróleo, gas, aluminio y cereales) y sectores industriales que producen insumos de uso generalizado, afectando así los precios.
Inflación a la alza
La conjunción de factores como la pandemia y consecuente guerra, han traído consigo una época de inflación donde los inversores suelen recurrir a materias primas porque sus precios reflejan la demanda necesaria para la expansión económica. Especialmente en América Latina, la inflación se ha convertido en un problema considerable, tomando en cuenta que la región posee la tasa más alta de inflación del planeta (del 9%)
Después de que la pandemia afectara la economía mundial, el estímulo de los Gobiernos ayudó a que los precios de las materias primas volvieran a niveles del 2010 y luego, tuvieran una lógica subida.
Al final, la invasión de Ucrania por Rusia terminó provocando que los precios subieran de forma agresiva, con el coste de la energía, los cultivos, los metales y más afectados por el conflicto. Un ejemplo es la escasez de gas natural y la creciente demanda de los agricultores, dos factores que provocaron que los fertilizantes registraran la subida más pronunciada y con ello, un sin número de productos.
Cambios en el consumidor
El último gran “cambio” se da en la confianza del consumidor, factor que se ha visto alterado por los escenarios vistos anteriormente. La confianza del consumidor en 2024 se mantiene en decadencia, con tan solo un 29% de los clientes declarando confianza por grandes empresas, y la creación de lealtad se ha convertido en un reto significativo. Sin embargo, existieron industrias que experimentaron un crecimiento, como los supermercados (CAGR esperado del 8,3%), cosméticos (de 9.8%) y los artículos para mascotas (un 6.9%), entre otros, aunque cabe mencionar que estos porcentajes han sido ligeramente menores a aquellos del 2023.
Según McKinsey, las empresas clasificadas como más resilientes generaron más valor para los accionistas que sus homólogas, esto a lo largo de todo el ciclo de vida de las principales crisis económicas de las dos últimas décadas, incluida la crisis financiera de 2007-09 y la pandemia del COVID-19.
Los expertos coinciden en una cosa: para lograr un crecimiento sostenible e integrador con miras a 2025, cada empresa debe plantearse un nuevo enfoque de la resiliencia, más adaptable a las disrupciones y a los cambios.
La importancia de los criterios ESG
Hace poco veíamos cuál es la importancia de los criterios ESG para las grandes empresas y es que, ante cambios tan importantes a nivel social y económico, los consumidores tienden a reflexionar más sobre el tipo de marca que consumen.
Un ejemplo es la inclusión. McKinsey detalla que durante años recientes, marcas de belleza lideradas por afroamericanos atrajeron más al consumidor. Hoy en día, este tipo de empresas tienen ingresos medios 89 veces superiores a los de las marcas de belleza no lideradas por afroamericanos, una cifra contrastante con la financiación de capital riesgo que reciben.
Los criterios ESG hoy en día no son un “lujo”, sino una necesidad que no solo se ve en ganancias, sino también en consecuencias negativas.
El otro lado de la moneda se ve cuando hoy en día las organizaciones deciden ignorar abiertamente los criterios de “gobernanza”. Un ejemplo son los comportamientos tóxicos en el trabajo, pues de acuerdo a McKinsey Health Institute, más de la mitad de los resultados negativos en el lugar de trabajo, como el agotamiento y la angustia, son atribuibles a comportamientos tóxicos.
Este último dato es importante pues las organizaciones que no abordan el problema tienen que hacer frente a mayor rotación de personal: más del 70% de los trabajadores piensan en abandonar su puesto de trabajo debido al comportamiento tóxico en el lugar de trabajo.
Al final, los cambios en 2024 nos han mostrado que tener bien presentes los criterios de ESG contribuye al fortalecimiento interno de una organización, y una mejor captación de nuevos clientes.
Si tuviéramos que hablar de beneficios de implementarlos, podríamos mencionar tres entre muchos otros:
1. Crecimiento de ingresos
Una gran cantidad de consumidores sostiene que pagarían hasta un 10% más por un producto con menor impacto medioambiental y hasta un 15% más por artículos saludables, de acuerdo con una encuesta de Bain.
2. Reducción de costos
Está probado que prácticas más ecológicas de una organización pueden afectar las ganancias operacionales hasta un 60%, de acuerdo con información de McKinsey.
3. Mayor inversión
De igual manera, McKinsey menciona que los flujos de entrada en fondos sostenibles aumentaron de 5 mil millones de dólares en 2018 a casi 70 mil millones en 2021.
Inteligencia artificial y automatización
Aun más que en años anteriores, el surgimiento, y posterior adopción, de herramientas de automatización e inteligencia artificial recibió un aumento considerable en el año 2024. De hecho, la IA percibió un CAGR del 20.4% y su mercado consiguió ser valuado en alrededor de $621 billones de dólares. Demostrando que esta tecnología llegó para quedarse.
Verdaderamente, 2024 fue un año en el que quedó claro que el potencial de la IA va mucho más allá de chatbots de servicio al cliente y creación de contenido, y que esta herramienta será necesaria para afrontar la nueva necesidad de apoyarse en el big data para tomar decisiones estratégicas realistas y efectivas.
Tecnología blockchain en procesos empresariales
Después del boom de los NFT hace un par de años, el nivel de conciencia sobre la tecnología blockchain aumentó considerablemente, resultando en una inversión mayor de tiempo y dinero en encontrar nuevas capacidades para esta herramienta y convertirla en un aliado poderoso.
Más allá de las criptomonedas, los líderes empresariales comenzaron a pensar en las posibles aplicaciones de esta clase de tecnología, encontrando que, entre sus mayores beneficios posibles, se encuentran la generación de transparencia a lo largo de la cadena de suministro, la obtención de exactitud y calidad en los datos y un aumento en la fiabilidad de cada transacción.
Personalización masiva de productos y servicios
Para afrontar exitosamente el problema de la lealtad, la personalización se ha convertido en un aliado esencial. De acuerdo con el reporte anual de lealtad del consumidor, llevado a cabo por Deloitte, los clientes exigen un mayor nivel de personalización en su experiencia de compra, esperando recibir programas de lealtad hechos a su medida, así como recomendaciones relevantes basadas en sus compras anteriores.
Tal es el nivel de dicha necesidad, que los consumidores están dispuestos a compartir sus datos e información personal con compañías distintas con el fin de recibir una experiencia verdaderamente personalizada.
Valor, resiliencia y liquidez, tendencias para 2025
Luego de repasar los principales cambios que trajo consigo el 2024, podemos decir que este año pinta para ser “turbulento”, pero con grandes oportunidades de crecimiento sabiendo aterrizar tres factores: valor, resiliencia y liquidez.
Genera valor en cada decisión
Para los expertos, preservar la demanda requiere una estrategia de precios basada 100% en datos. El objetivo debe ser encontrar tendencias correctas que busquen proteger de forma eficaz los márgenes, pero siempre preservando la demanda y gestionando promociones que impulsen el valor de tu marca.
Otra buena opción es el uso de tecnología y el análisis minucioso, dos herramientas que pueden ayudarte a cambiar constantemente los precios para adaptarse a la actualidad.
Crecimiento a través de la eficiencia.
McKinsey muestra en una encuesta que en tiempos de inflación, las empresas pueden aprovechar este momento para ahorrar entre 10% y 35% de su cuenta de resultados y reinvertirlo en otras áreas de alto crecimiento.
Para lograrlo, debes identificar oportunidades de reducción de costos. Ya que, posiblemente existen procesos manuales que, por errores, pueden costar millones de dólares a las empresas.
Al final del día, el objetivo es priorizar la eficiencia, y para lograr esto, el análisis es clave. Al igual que con los costos, la automatización de procesos como pagos y cobros puede ser una solución barata que aporte valor y confianza. En este ámbito, existen aliados tecnológicos, como Xepelin, que pueden ayudarte a dar solución a errores muy simples y simplificar la gestión financiera de tu empresa.
Liquidez, tu objetivo clave
No importa el momento que vivamos hoy, la visión de una empresa siempre debe ser el crecimiento, sin perder liquidez.
Los verdaderos líderes pueden convertir este momento en una oportunidad para reimaginar el modelo operativo del futuro, para poder movilizarse a un ritmo más rápido y moverse a múltiples velocidades.
El objetivo es priorizar la operación, pero con miras al fortalecimiento, por eso herramientas financieras pueden ser clave de liquidez. Un ejemplo es el factoraje, un recurso que puede aliviar la carga financiera próxima, pero también mantener los créditos con otras instituciones financieras, lo que permite conservar inversiones sin comprometer o complicar operaciones.
Si estás buscando un aliado confiable para anticipar el cobro de tus facturas, financiar tus cuentas por pagar o solicitar crédito de capital de trabajo, aliados como Xepelin pueden ser una gran opción.
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