Para muchos dueños de negocios el 2022 significó un cambio drástico en la forma, no solo de crecer, sino mantenerse en un mercado agresivo, lleno de competencia y con grandes movimientos.
Inflación mundial, agitación geopolítica, proteccionismo, inclusión, cuidado a la salud, crecimiento digital y más tendencias marcaron el 2022, que sin duda será un parteaguas con miras al fortalecimiento, siempre y cuando se tomen las decisiones más coherentes y seguras.
Resiliencia, factor esencial
Aunque 2022 suponía un alivio luego de dos años llenos de retos, la realidad fue muy diferente. Para ponerlo en perspectiva, el año trajo consigo nuevas “crisis” que exigen un factor clave: resiliencia.
Secuelas del Covid-19
Es una realidad que la pandemia por Covid-19 en 2020, vino a trastocar un modelo comercial frágil. La llegada de la pandemia terminó afectando negativamente el empleo, lo que trajo consigo una lógica caída en las cadenas de producción y por ende, impulsó posturas nacionalistas y anti-globalización.
Para finales de 2021 e inicios del 2022, la disputa comercial entre Estados Unidos y China se tradujo en rupturas de diversas cadenas productivas. El caso más destacado es el de los microprocesadores, elementos clave por sus efectos en un gran número de actividades que van desde la producción de hardware hasta la de automóviles y maquinaria industrial.
En este contexto, han surgido cuestionamientos al modelo de globalización basado en cadenas de producción que operan con métodos productivos y de entrega justo a tiempo (just in time) y con bajos inventarios.
Guerra en Ucrania
Aunque Latinoamérica se encuentra “lejos” del conflicto bélico en Ucrania, la actualidad que vivimos es de una “red” marcada por un mundo globalizado. El mejor ejemplo del daño colateral que ha tenido la guerra es la desaceleración económica mundial.
De acuerdo con la CEPAL, este acontecimiento bélico ha disminuido en gran medida el impulso del comercio, afectando sobre todo la economía de países en vías de desarrollo.
Al igual que sucede con las cadenas de producción y sus efectos por la pandemia, la guerra en Ucrania ha afectado significativamente sectores de producción primaria (petróleo, gas, aluminio y cereales) y sectores industriales que producen insumos de uso generalizado, afectando así los precios.
Inflación a la alza
La conjunción de factores como la pandemia y consecuente guerra, han traído consigo una época de inflación donde los inversores suelen recurrir a materias primas porque sus precios reflejan la demanda necesaria para la expansión económica.
Después de que la pandemia afectara la economía mundial, el estímulo de los Gobiernos ayudó a que los precios de las materias primas volvieran a niveles del 2010 y luego, tuvieran una lógica subida.
Al final, la invasión de Ucrania por Rusia terminó provocando que los precios subieran de forma agresiva, con el coste de la energía, los cultivos, los metales y más afectados por el conflicto. Un ejemplo es la escasez de gas natural y la creciente demanda de los agricultores, dos factores que provocaron que los fertilizantes registraran la subida más pronunciada y con ello, un sin número de productos.
Cambios en el consumidor
El último gran “cambio” se da en la confianza del consumidor, factor que se ha visto alterado por los escenarios vistos anteriormente. La confianza del consumidor en 2022 cayó; sin embargo, existieron industrias que experimentaron un crecimiento, como los supermercados (aumento en ventas del 12%), cosméticos (un 16%) y los artículos para mascotas (un 11%), entre otros.
Según McKinsey, las empresas clasificadas como más resilientes generaron más valor para los accionistas que sus homólogas, esto a lo largo de todo el ciclo de vida de las principales crisis económicas de las dos últimas décadas, incluida la crisis financiera de 2007-09 y la pandemia del COVID-19.
Los expertos coinciden en una cosa: para lograr un crecimiento sostenible e integrador con miras a 2023, cada empresa debe plantearse un nuevo enfoque de la resiliencia, más adaptable a las perturbaciones y los cambios.
La importancia de los criterios ESG
Hace poco veíamos cuál es la importancia de los criterios ESG para las grandes empresas, y es que ante cambios tan importantes a nivel social y económico, los consumidores tienden a reflexionar más sobre el tipo de marca que consumen.
Un ejemplo es la inclusión. McKinsey detalla que durante 2022, marcas de belleza lideradas por afroamericanos atrajeron más al consumidor. Hoy en día, este tipo de empresas tienen ingresos medios 89 veces superiores a los de las marcas de belleza no lideradas por afroamericanos, una cifra contrastante con la financiación de capital riesgo que reciben.
Los criterios ESG hoy en día no son un “lujo”, sino una necesidad que no solo se ve en ganancias, también en consecuencias negativas.
El otro lado de la moneda se ve cuando hoy en día las organizaciones deciden ignorar abiertamente los criterios de “gobernanza”. Un ejemplo son los comportamientos tóxicos en el trabajo, pues de acuerdo a McKinsey Health Institute, más de la mitad de los resultados negativos en el lugar de trabajo, como el agotamiento y la angustia, son atribuibles a comportamientos tóxicos.
Este último dato es importante pues las organizaciones que no abordan el problema tienen que hacer frente a mayor rotación de personal: más del 70% de los trabajadores piensan en abandonar su puesto de trabajo debido al comportamiento tóxico en el lugar de trabajo.
Al final, los cambios en 2022 nos han mostrado que tener bien presentes criterios de ESG puede favorecer al fortalecimiento interno de una organización, y una mejor captación de nuevos clientes.
Si tuviéramos que hablar de beneficios de implementarlos, podríamos mencionar tres entre muchos otros:
1. Crecimiento de ingresos
Más del 70% de los consumidores, sostienen que pagarían hasta un 5% más por un producto ecológico si ofrece los mismos estándares de desempeño que su alternativa que no lo es.
2. Reducción de costos
Está probado que prácticas más ecológicas de una organización pueden afectar las ganancias operacionales hasta 60%
3. Mayor inversión
De acuerdo con McKinsey, los flujos de entrada en fondos sostenibles aumentaron de 5 mil millones de dólares en 2018 a casi 70 mil millones en 2021.
Valor, resiliencia y liquidez, tendencias para 2023
Luego de repasar los principales cambios que trajo consigo el 2022, podemos decir que este año pinta para ser “turbulento”, pero con grandes oportunidades de crecimiento sabiendo aterrizar tres factores: valor, resiliencia y liquidez.
Genera valor en cada decisión
Para los expertos, preservar la demanda requiere una estrategia de precios basada 100% en datos. El objetivo debe ser encontrar tendencias correctas que busquen proteger de forma eficaz los márgenes, pero siempre preservando la demanda y gestionando promociones que impulsen el valor de tu marca.
Otra buena opción es el uso de tecnología y el análisis minucioso, dos herramientas que pueden ayudarte a cambiar constantemente los precios para adaptarse a la actualidad.
Crecimiento a través de la eficiencia.
McKinsey muestra en una encuesta que en tiempos de inflación, las empresas pueden aprovechar este momento para ahorrar entre 10% y 35% de su cuenta de resultados y reinvertirlo en otras áreas de alto crecimiento.
Para lograrlo debes identificar oportunidades de reducción de costes. Posiblemente existen procesos manuales que por errores, pueden costar millones de dólares a las empresas.
El objetivo es priorizar la eficiencia y para lograr esto, el análisis es clave. Al igual que con los costos, la automatización de procesos como pagos puede ser una solución barata que aporte valor y confianza; existen aliados tecnológicos como Xepelin, que pueden ayudarte a dar solución a errores muy simples o incluso, detección de posibles fraudes.
Liquidez, tu objetivo clave
No importa el momento que vivamos hoy, la visión de una empresa siempre debe ser el crecimiento, sin perder liquidez.
Los verdaderos líderes pueden convertir este momento en una oportunidad para reimaginar el modelo operativo del futuro, para poder movilizarse a un ritmo más rápido y moverse a múltiples velocidades.
El objetivo es priorizar la operación, pero con miras al fortalecimiento, por eso herramientas financieras pueden ser clave de liquidez. Un ejemplo es el factoraje, un elemento que puede aliviar la carga financiera próxima, pero también mantener los créditos con otras instituciones financieras, lo que permite conservar inversiones sin comprometer o complicar operaciones.
Si estás buscando un aliado confiable para anticipar el cobro de tus facturas, financiar tus cuentas por pagar o solicitar crédito de capital de trabajo, aliados como Xepelin pueden ser una gran opción.
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