El proceso de benchmarking ofrece múltiples ventajas estratégicas y competitivas cuando se lleva a cabo de forma correcta. Para que esto suceda, se debe elegir el tipo que mejor se adapta a las necesidades y metas de una empresa.
Cuando el tipo de benchmarking no coincide con los objetivos de un negocio, el resultado no se traduce en el desarrollo de un plan efectivo, ya que no ofrece datos relevantes para crearlo. Por esto, es importante saber cómo elegir al indicado. En este artículo, hablaremos sobre los tipos de benchmarking que existen, cuándo seleccionarlos y ejemplos de cada uno de ellos.
Benchmarking externo o competitivo
El benchmarking externo o competitivo engloba cualquier proceso que involucre buscar datos e información de otras empresas para realizar una comparación con el rendimiento, desarrollo, operaciones, etc. de tu propio negocio. Tiene los objetivos de identificar los estándares del sector o industria, encontrar los puntos débiles o fuertes de la competencia y recopilar suficientes datos relevantes para generar un plan de mejora competitivo, con metas realistas y KPI claros.
Por ejemplo, una empresa emergente de alimentos puede realizar un benchmarking externo para conocer los costos de producción, precios finales y volumen de ventas de su competencia directa. Con esta información, la empresa puede determinar si le conviene modificar sus propios costos y precios para conseguir más ventas o si su estrategia actual está dando mejores resultados que la de empresas similares.
Recurrir a este tipo de benchmarking es ideal cuando se requiere obtener un punto de referencia para analizar la posición de tu empresa en el mercado, cuando deseas obtener datos sobre tu competencia o cuando tienes pensado iniciar un nuevo plan o estrategia de negocios. Esto se debe a que abarca un proceso extenso que recopila una gran cantidad de información útil para enriquecer la toma de decisiones estratégicas.
Dado que puede ser difícil obtener información confiable de empresas externas, existen herramientas digitales que permiten agilizar el proceso de benchmarking externo. Con estas, es posible visualizar el panorama de ventas, gastos y beneficios de empresas pertenecientes al mismo sector, de forma rápida y utilizando datos reales. Así, el proceso para realizar benchmarking se vuelve sencillo y eficaz, permitiendo que tomes decisiones estratégicas en el momento indicado.
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Benchmarking interno
El benchmarking interno implica reunir información de tu misma empresa, abarcando un departamento específico o varios a la vez, para después compararlos entre sí o, incluso, con datos de desempeño anteriores. Tiene el objetivo de identificar los procesos internos exitosos y aquellos que resultan deficientes para encontrar la forma de mantenerlos u optimizarlos, respectivamente.
Por ejemplo, una empresa mediana que cuenta con 5 sucursales distintas en una misma ciudad, puede realizar un benchmarking interno para comparar el desempeño de cada una. De esta forma, puede identificar aquellas sucursales que son más exitosas, encontrar las causas e implementar políticas generales que respondan a esta información para impulsar a las sucursales rezagadas.
Las principales ventajas del benchmarking interno son que toda la información recabada es confiable y que el proceso para conseguirla está bajo tu control. Esto reduce los riesgos de analizar datos incompletos, incorrectos o sesgados.
Este tipo de benchmarking es de gran utilidad si tu empresa tiene múltiples proyectos independientes entre sí que necesitan ser evaluados constantemente o si necesitas medir el rendimiento de cada uno de tus departamentos y compararlos entre sí.
Benchmarking genérico
Este proceso consiste en analizar los procesos y prácticas de otras empresas que pertenezcan a sectores diferentes al tuyo, de forma general. Sus principales objetivos consisten en encontrar estrategias y perspectivas nuevas que puedan aportar valor a tu empresa y en identificar las mejores prácticas financieras o empresariales sin importar la industria.
Por ejemplo, si una empresa emergente desea identificar mejores prácticas generales para aplicarlas en su cotidianidad, puede realizar un benchmarking genérico y analizar empresas líderes en gestión operacional, finanzas, marketing, etc. De esta forma, podrá obtener ideas sobre el camino que debe de tomar para mejorar su negocio en múltiples áreas.
La mayor ventaja de este proceso, es que ofrece un panorama amplio del entorno empresarial y no requiere información altamente especializada de un sector para llevarse a cabo. Por otro lado, su principal limitación es que no ofrece información muy específica sobre ningún tema. Por esto, el benchmarking genérico es una buena opción para evaluar cuestiones empresariales generales o para obtener contexto sobre el entorno económico amplio en un determinado momento, pero no resulta tan eficaz para realizar análisis especializados.
Benchmarking estratégico
El benchmarking estratégico consiste en analizar a las empresas que lideran en un área particular, ya sea marketing, servicio al cliente, productos, etc. para encontrar las prácticas que las hacen exitosas, sin importar su industria o tamaño. Este busca encontrar nuevas prácticas más eficaces para luego adoptarlas e identificar las razones detrás del éxito particular de cierta empresa en un área específica.
Por ejemplo, si una empresa desea conocer los estándares de servicio a cliente de otros negocios para identificar oportunidades de mejora, puede realizar un benchmarking estratégico que abarque a aquellas compañías que son líderes en atención a clientes, sin importar su sector. De esta forma, encontrará qué acciones funcionan mejor e incluso, podría obtener perspectivas nuevas sobre cómo manejan este aspecto otras industrias e implementar políticas innovadoras para su sector.
Dado que este proceso requiere de una gran cantidad de datos y del análisis profundo y efectivo de estos, resulta una tarea complicada. Sin embargo, por las grandes ventajas que puede ofrecer, es valioso recurrir a este si tu empresa ha identificado un área específica de mejora y desea obtener una perspectiva amplia sobre cómo optimizarla.
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Benchmarking funcional
El benchmarking funcional consiste en comparar procesos específicos de tu empresa con los de otras compañías, ya sea que estas pertenezcan a la misma industria o no. Su propósito principal es identificar prácticas o tecnologías de optimización exitosas, para después encontrar la manera de implementarlas.
Un ejemplo de benchmarking funcional sería una empresa de logística que está teniendo dificultades para realizar a tiempo todas sus entregas, por lo que decide hacer un análisis de otras compañías que ofrecen envíos a domicilio, sin importar la industria. Al encontrar que sus vehículos y tecnología de navegación son obsoletos en comparación, decide invertir en nuevos medios de transporte y sistemas.
Este tipo de benchmarking es especialmente útil para empresas que buscan modernizarse u optimizar procesos particulares, ya que les permite conocer nuevas perspectivas, tendencias y herramientas tecnológicas que pueden ayudarles a ser más productivas y eficientes.
Benchmarking de rendimiento
Este tipo de benchmarking consiste en comparar estadísticas, cifras y datos numéricos sobre el rendimiento general de negocios pertenecientes a la misma industria que el tuyo. Sus principales metas son establecer KPI específicos para medir el desempeño de tu empresa en comparación con otras de similar tamaño, identificar estándares de la industria y encontrar puntos de referencia que ayuden a ubicar la posición de tu empresa en el mercado.
Un ejemplo de benchmarking de rendimiento sería una empresa que necesita conocer cómo se compara su margen de ganancias con el de su competencia para determinar si su estrategia de negocios está funcionando, por lo que decide buscar informes, estadísticas y datos sobre los estándares de su industria. Al concluir el análisis, nota que su desempeño está muy por encima del promedio en su sector y determina que su estrategia general está siendo exitosa.
La ventaja principal de este proceso es que se basa completamente en datos numéricos que, si son confiables y obtenidos de forma correcta, ayudan a establecer un estándar claro y metas de desempeño realistas. Su mayor desventaja consiste en que no ofrece un análisis del contexto y trasfondo de los datos, por lo que las empresas que lo utilicen deben de considerar esto al momento de interpretar la información.
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Benchmarking internacional
Este procedimiento consiste en realizar una comparación de las métricas, ganancias, procesos, costos, etc. de tu empresa con las de compañías similares en el entorno internacional. Este tipo de benchmarking es útil para empresas posicionadas en el mercado internacional que necesitan analizar a su competencia o para empresas que apenas buscan integrarse a este.
Por ejemplo, una empresa mediana descubre que sus productos tienen bastante demanda en otro país diferente al suyo, por lo que decide realizar un benchmarking para conocer cómo operan negocios similares en dicho país. Con la información que logre obtener, podrá decidir si vale la pena invertir en expandirse a una nueva región o si es más conveniente permanecer en el mercado nacional.
Sin importar el tipo de benchmarking que decidas utilizar, su eficacia dependerá de los datos de calidad que consigas. Sin embargo, el acceso a esta información no siempre es sencillo y requiere inversiones extras de tiempo y recursos en conseguir socios que compartan su información o en contratar empresas externas dedicadas al benchmarking.
Afortunadamente, existen herramientas digitales como el benchmark empresarial de Xepelin, el cual analiza empresas de tu misma industria y brinda datos valiosos como su volumen de compras y ventas, margen de beneficios, diversidad de proveedores y más, de forma rápida y utilizando información confiable. Así, podrás descubrir en segundos cómo se compara tu empresa con su competencia y generar un plan estratégico con mejores probabilidades de éxito.
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