Con el año 2026 tan cerca, ya es posible identificar algunos de los desafíos más importantes que las pymes chilenas tendrán que afrontar para asegurar su éxito en un nuevo contexto.
Sin importar si estos retos son completamente nuevos o si representan una continuación del panorama del 2025, las pymes del país necesitan estar conscientes de ellos para prepararse desde ahora con las estrategias suficientes para superarlos y las inversiones que permitirán convertir el vencimiento de estos problemas en la explotación de oportunidades competitivas.
En este artículo, te traemos 7 de los más importantes, todo con el fin de ayudarle a tu empresa a conseguir el impulso que necesita para un 2026 marcado por el éxito y las bases de un futuro crecimiento sostenible.
Gestión financiera desorganizada
Distintas encuestas y reportes sobre aquello que lleva a las pymes a escenarios negativos o a su desaparición total concuerdan en una cosa: uno de los principales desafíos que continuarán enfrentando las empresas es una gestión financiera deficiente.
Derivado de educación financiera insuficiente y la falta de competencias administrativas, este reto abarca una administración desorganizada del flujo de caja, una falta de registros financieros fiables y complicaciones para diferenciar los gastos de inversiones estratégicas, entre otras cosas, y se trata de una dificultad que afecta a un porcentaje elevado de organizaciones.
La solución es simple: capacitación y tecnología ERP que permita tener mayor visibilidad y control sobre flujos de entrada y salida en comparación con los procesos manuales y, hoy en día, estas son más accesibles que nunca.
Actualmente, existen herramientas de gestión financiera gratuitas capaces de brindar visibilidad y control sin ninguna inversión, y el entrenamiento adecuado es algo accesible con presupuestos estratégicos, además de que existen recursos gratuitos de educación financiera disponibles de manera online.
Con estas herramientas, el problema de una gestión deficiente se puede resolver sin importar las posibilidades de cada empresa.
Sobreendeudamiento y financiación poco flexible
Sin registros financieros fiables, las pymes que consiguen financiamiento tradicional enfrentan plazos estrictos y tasas de interés elevadas que buscan compensar el riesgo percibido de aplicantes de crédito sin mucha documentación.
Como resultado, estas empresas permanecen vulnerables ante los riesgos de una financiación poco flexible, como el sobreendeudamiento y los problemas de liquidez que resultan de tasas de interés demasiado elevadas.
Parte de la solución a este desafío está en el registro financiero apropiado, pero también es importante reconocer las vías de financiamiento alternas al crédito tradicional que existen y que brindan menores barreras de entrada, eliminan excesos de intereses y se encuentran disponibles 24/7 de forma digital.
¿Por qué? El crédito bancario continúa siendo valioso, pero no ha cambiado al mismo ritmo que las necesidades de las empresas, así que la consideración seria de opciones flexibles como el factoring, confirming, leasing y demás es todavía más relevante.
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Poca o nula planificación
Los desafíos de gestión de las pymes chilenas no solo están en la gestión presente de recursos, sino también en la planificación futura de inversiones y estrategias y en la proyección de escenarios futuros. Esta planificación a corto y largo plazo es un reto para el 33% de las pymes del país.
Sin la planeación adecuada, las empresas en este grupo se ven obligadas a tomar decisiones reactivas ante cambios en su entorno, sin el tiempo suficiente para diseñar un plan de acción efectivo y descubrir cómo implementarlo, llevando a decisiones deficientes con mucho impacto.
El primer paso para afrontar este reto es tomar en serio procesos de planificación y proyección financiera (proyecciones de flujo de efectivo, presupuestos, etc.), puesto que cualquier tipo de planificación es mejor que no tener ninguna.
Sin embargo, de acuerdo con Deloitte, la planificación efectiva y más precisa está respaldada por prácticas específicas en materia de colaboración entre equipos y uso de tecnología, así que seguir estas medidas es clave para que el proceso de planeación rinda aún mayores frutos tangibles a futuro.
Burocracia y complejidad regulatoria
A partir de 2026, nuevas leyes relevantes para muchas empresas se vuelven obligatorias, como el aumento en el impuesto de primera categoría, la entrada en vigencia de la Ley de Cumplimiento Tributario y la reducción de la jornada laboral a 42 horas.
El ajuste de las pymes a estas disposiciones ha traído y traerá un desafío para el próximo año, y es por estas modificaciones que la burocracia y el constante cambio en el contexto regulatorio representan un reto crítico para el 30% de este grupo de empresas.
La única forma de afrontar este reto es aceptándolo directamente y tratándolo en serio, pues el no hacerlo podría traer consecuencias graves. ¿Lo mejor que se puede hacer? Conseguir asesoría especializada que apoye la implementación de cada nueva regulación y tener un plan de cumplimiento normativo para adoptar la totalidad de estos cambios.
Digitalización insuficiente
Las empresas chilenas de todo tamaño lideran en materia de adopción tecnológica frente a otros casos en Latinoamérica. Tan solo las pymes tienen un porcentaje de implementación aproximado del 70%, indicando un uso sólido de las tecnologías que serán claves para afrontar muchos retos del 2026 y años consiguientes.
No obstante, el 75% de estas empresas percibe que su nivel de digitalización está en un rango “normal”, implicando que esta no representa para ellas una verdadera ventaja competitiva o una forma de generar valor, lo cual deja en claro que una adopción más profunda es un reto importante para el próximo año.
Entre las barreras que impiden una implementación más profunda, destacan los presupuestos limitados y la resistencia al cambio en sistemas, por lo que el mejor acercamiento para superar este desafío consiste en lo siguiente:
- Encontrar herramientas digitales accesibles de acuerdo con presupuestos limitados, mediante una búsqueda extensa.
- Delimitar el alcance de proyectos de adopción (la creación de un ecommerce, la introducción de software, etc.) para permitir la adopción parcial de ciertas tecnologías y comenzar a aprovecharlas sin demasiados costos.
- Sostener una comunicación abierta con equipos sobre la importancia de la digitalización e invertir en sesiones de entrenamiento en torno a su uso.
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Demanda en constante cambio y adquisición de clientes
Los desafíos anteriores son críticos, pero aquel que se encuentra liderando encuestas sobre los retos pyme más importantes es la dificultad para anticipar demanda y conseguir clientes, destacado por un 37% de las pymes.
En Chile y en todo mundo, los patrones de consumo cambian al mismo ritmo que avances en tecnología y factores económicos, y fluctúan a la par de nuevas tendencias online, por lo que las pymes, quienes suelen carecer de la tecnología predictiva para anticipar y gestionar estos cambios, encuentran complicaciones al momento de trabajar de acuerdo con ellos.
La adopción de CRM y algoritmos de IA necesarios para la analítica comercial, aunque posible a menor escala, es difícil para el sector pyme debido a los costos iniciales involucrados.
Por lo tanto, la respuesta a esta cuestión es un enfoque más clásico, con encuestas y comunicación directa con clientes, así como la utilización de registros de ventas para detectar patrones y ligar picos de demanda con épocas y variables particulares.
Crecimiento productivo y económico desacelerado
Aunque se ha recuperado y mantenido con respecto a aquel obtenido durante la pandemia, el crecimiento productivo y económico del país ha enfrentado, y posiblemente seguirá haciéndolo, una desaceleración. A pesar de proyecciones iniciales del 2.4%, la OCDE ahora predice un crecimiento económico aproximado del 2.2% en 2026 dentro del país.
Para las pymes, esto se traduce en retos como ventas reducidas, un desarrollo más lento y competencia intensa por una porción del mercado que parece no aumentar lo suficiente.
En este caso, un acercamiento útil puede ser la priorización de rentabilidad, eficiencia y evolución moderada sobre crecimiento rápido, todo con el fin de que las pymes puedan protegerse y mantenerse estables, además de que eviten gastar en inversiones sin un retorno asegurado.
Conforme el año 2026 evolucione, es posible que nuevos desafíos surjan. Sin embargo, tener en mente estos 7 retos fundamentales desde ahora le permitirá a tu pyme prepararse adecuadamente para gestionarlos y tener flexibilidad para superarlos.
Al final del día, la única forma de conocer el impacto que estos y otros retos tienen sobre la salud de tu empresa, y así saber, con total certeza, cómo abordar a cada uno de ellos, es con datos en tiempo real sobre su estado actual, y Xepelin está aquí para brindarlos de forma gratuita.
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