No es un secreto que la llegada del 2025 trae consigo un contexto económico complejo, lleno de cambios en la actitud y comportamiento de los que plantean retos importantes a las empresas.
¿La causa principal? Una creciente inflación que ha estado incrementando el número de consumidores pesimistas sobre la economía. De hecho, se estima que esta cantidad es el doble que al comienzo de la pandemia.
Un ejemplo de esta tendencia se da en Europa, región del mundo donde el pesimismo de los consumidores era del 22% en mayo de 2020; ahora, años después, se ubica en 43%, una cifra alarmante si pensamos que en “teoría”, el 2025 es un año de recuperación.
Asimismo, en América, los consumidores están disminuyendo su consumo y reduciendo o retrasando las compras discrecionales.

En esto contexto, hay que recordar un principio básico: tiempos de crisis traen consigo grandes oportunidades.
Para algunos expertos, la situación actual debe manejarse con cautela e inteligencia, pero sin duda encierra oportunidades significativas para los empresarios, en particular durante temporadas específicas como vacaciones, donde los consumidores de ingresos medios y altos planean gastar, a pesar de haber guardado ahorros recientemente.
En Xepelin estamos convencidos que este 2025 puede significar un antes y un después para los negocios que sepan elegir con sabiduría la “ola” que habrá de llevarlos al fortalecimiento y crecimiento de los próximos años, es por eso que buscamos darte consejos que usados sabiamente, pueden ayudarte, no solo a sobrellevar, sino a crecer en tiempos de inflación.

Conoce tus clientes a detalle y construye mejores relaciones con ellos
Uno de los consejos más recurrentes para cualquier negocio es el clásico “el cliente primero”, y estos es especialmente relevante para retener consumidores en tiempos de crisis, sobre todo en el contexto actual, en donde múltiples tipos de consumidores conviven en un mismo entorno.
Por ejemplo, un estudio de McKinsey explica como la generación boomer (nacidos entre 1946 y 1964) son los más preocupados por la economía, a pesar de que son los que más ahorros tienen para hacer frente a situaciones como ésta. La contraparte es la Generación Z (nacidos entre mediados de los 90 y la década de los 2000), quien según los expertos es la menos propensa a mencionar la economía como su principal preocupación, centrándose más en cuestiones sociales y medioambientales, a pesar de ser la que menos ahorros tiene.
En resumen, aunque los consumidores más jóvenes están menos preocupados por la inflación, son más activos en la gestión de sus balances, con más de tres cuartas partes de los Gen Z y millennials haciendo ajustes. Esto se reduce a dos tercios de la Generación X y al 55% de los boomers.

Con estos datos, el principal consejo es entender que el consumidor no es solo uno, sino diversos bloques con tendencias muy diferentes una de otra. Entonces, conocer las características y patrones de consumo específicos de cada grupo relevante es fundamental para mantener su lealtad y su ritmo de consumo en épocas en donde la inflación puede desalentar las compras.
Analiza a fondo costos de producción y replantea precios
Siguiendo este enfoque principal en las necesidades y comportamientos del cliente, en tiempos de inflación, es más importante que nunca que hacer lo necesario para mantener precios estables y razonables que resulten convenientes y accesibles para la base de clientes actual. En efecto, enfatizar en generar una percepción de valor más allá del costo es buena idea para disminuir el impacto de alzas en precios inevitables, pero también es buena idea buscar mantener dichas alzas tan pequeñas como sea posible.
¿Qué es lo que esto implica? En esencia, analizar a fondo los costos de producción en busca de áreas de oportunidad que permitan reducir gastos para mantener precios competitivos. Igualmente, conlleva analizar la oferta de precios de empresas similares y que se encuentren en el mismo contexto, para así llegar a una decisión conveniente, pero rentable.
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Cuida lo que tu empresa refleja y construye una percepción clara de valor
Estos tiempos exigen una comprensión matizada de cómo se sienten y reaccionan los consumidores ante un número cada vez mayor de conmociones externas y alzas en precios. Mediante la construcción de una percepción de valor más allá de los costos, las empresas pueden incentivar un consumo que priorice calidad, sostenibilidad y otros factores antes que la alza en precios causada por inflación.
Por ejemplo, las generaciones Z y Millennial, son dos segmentos que actualmente buscan autenticidad en las marcas que compran y quieren colocar su dinero en actores responsables. Resulta una buena estrategia explotar esta percepción para enfatizar en las características de sostenibilidad y responsabilidad social de productos y así mantener estable su consumo.
De no aprovechar esta oportunidad, los clientes pueden optar por tomar decisiones de compra más conservadoras. Esto se observa en algunas industrias que viven actualmente con baja inflación, como la electrónica o la cosmética, pero cuyos consumidores piensan que los precios de ambas industrias han subido significativamente, aunque la realidad es muy diferente.

Al final, lo importante es “tranquilizar” a los consumidores para que sepan que están haciendo compras inteligentes. Elaborar mensajes claros y personalizados que muestran tranquilidad y empatía, y hacerlos llegar en el momento y lugar en que el consumidor desee comprar al precio adecuado.

Conoce y monitorea márgenes mínimos de ganancia
Si bien es importante mantener el enfoque principal en las necesidades de consumidores para garantizar su retención, no se pueden descuidar los márgenes de ganancia que se necesitan para mantener a una empresa operando con normalidad, especialmente en las circunstancias económicas actuales.
Por ello, es importante calcular los márgenes de beneficios mínimos que se necesitan para sobrevivir y obtener una ganancia, así como monitorear de cerca fluctuaciones en costos, demanda y otros factores que impliquen que estos márgenes deban ser modificados. Conociendo esta información, se consigue una guía clara sobre los límites que se deben respetar al momento de modificar costos, sin sacrificar calidad o beneficio económico.
Elegir financiamiento estratégicamente
En tiempos de alta inflación, nunca es aconsejable contraer deuda adicional que ponga presión adicional sobre costos, consuma márgenes de ganancia e impida la reducción de costos. Sin embargo, la financiación es esencial para obtener crecimiento sostenible y, por fortuna, existen servicios de financiamiento que no generan deuda, como el factoraje (adelanto de cobro de facturas) y el confirming (financiación de pagos a proveedores).
Aunque la realidad es que estas soluciones pueden ser igual de relevantes en condiciones económicas estables, puesto que se tratan de alternativas de financiación rápidas y accesibles, adquieren mayor importancia en tiempos de dificultad en los que conseguir liquidez es vital para sobrevivir, pero la deuda bancaria representa un riesgo.
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Adopta tecnología para monitorear finanzas de cerca
Periodos complicados en el entorno económico requieren un alcance minucioso de tendencias, fluctuaciones, cambios radicales e indicadores de éxito, algo que los procesos manuales difícilmente pueden aportar. Por ello, especialmente en épocas complejas como aquella que se vive hoy en día, la implementación de tecnología no solo es una ventaja, es una necesidad.
Distintas clases de software poseen funcionalidades diferentes pero, en general, el propósito de adoptar herramientas como software ERP y plataformas de monitoreo en tiempo real es automatizar la extracción de datos confiables y suficientes que contribuyan a una mejor toma de decisiones financieras.
Asegura inventario suficiente en momentos clave
Optimizar la gestión de inventario siempre es clave para conseguir niveles de salud financiera adecuados, pues el inventario es, para muchas empresas, el principal vehículo de generación de valor. Por lo tanto, sus niveles deben ser monitoreados frecuentemente para evitar faltas de existencias y excesos de mercancías, 2 problemas que solo resultan en costos elevados.
Sin embargo, tal y como muchas de los consejos mencionados, adquiere especial relevancia en un contexto marcado por una gran inflación, ya que esto significa que existe un margen de error menor en cuanto a las compras que se deben realizar y los recursos que se pueden invertir en ellas.
En este caso, cuando los precios de materiales o productos se encuentran creciendo progresivamente, lo mejor es asegurar inventario suficiente en momentos en donde su valor no es tan elevado, buscando siempre asegurar que el volumen adquirido corresponda al volumen de demanda esperado.
Para realizar estas clase de compras considerables en poco tiempo, sin descapitalizarse, productos como el confirming pueden ser soluciones prácticas, pues permiten adquirir lo necesario de manera inmediata y pagarlo en un momento posterior.
Diversifica y fortalece relaciones con proveedores
Incluso en el mismo contexto y las mismas circunstancias, proveedores distintos pueden mostrar una variación considerable entre sus precios, por lo que la diversificación de proveedores se vuelve particularmente estratégica cuando encontrar formas de reducir costos es una prioridad.
Contar con una variedad de relaciones sólidas con distintos proveedores no solo reduce el posible impacto que podría ocurrir cuando uno de ellos desaparece, sino que también le otorga a las empresas el lujo de elegir con cuál colaboradores le conviene contratar en cada momento específico.
Entonces, en este contexto, optar por negociaciones flexibles, pagos oportunos y otras estrategias de gestión de proveedores que solidifiquen relaciones clave es más esencial que nunca para alcanzar todas las ventajas posibles en materia de costos y plazos de pago.
Establece la liquidez como objetivo clave
Al final del día, lo más importante en tiempos en donde la inflación ocupa un lugar central en el panorama empresarial es enfocarse en preservar la liquidez suficiente para operar y continuar creciendo. Vivimos tiempos complejos que significan un momento decisivo para que las empresas consigan un crecimiento rentable y sostenible, y para alcanzar estas metas, un flujo de efectivo constante es vital.
Si lo vemos desde la demanda, para diversos expertos este punto necesita de una estrategia de precios basada en datos para proteger eficazmente los márgenes, preservar el consumo y gestionar las promociones, elementos que aportan valor.
Otro punto es la eficiencia. Según McKinsey, las empresas pueden aprovechar este momento de inflación para ahorrar entre un 10% y un 35% de su cuenta de resultados y reinvertirlo en otras áreas de alto crecimiento.
El objetivo es priorizar la operación, pero con miras al fortalecimiento, por eso, herramientas financieras pueden ser clave de liquidez. Un ejemplo es el factoraje, un elemento que puede aliviar la carga financiera próxima, pero también mantener los créditos con otras instituciones financieras, lo que permite conservar inversiones sin comprometer o complicar operaciones.
Al final, el principal consejo es saber que este ciclo de inflación, tarde o temprano, llegará a su fin. Bajo esa idea, las empresas pueden convertir el momento en una oportunidad para reimaginar el modelo operativo, seguir invirtiendo y apostando por nuevos productos y formas de mantener la liquidez.
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