Entre todas las capacidades que tu empresa debe tener para manejar cada uno de los cambios que un entorno económico y comercial volátil puede traer consigo, la resiliencia financiera es una de las más importantes.
Sin ella, los cambios del mercado pueden tener mayor impacto y el tiempo mínimo para recuperarse de ellos incrementa considerablemente.
Pero, afortunadamente, hay mucho que puedes hacer para construirla efectivamente y a largo plazo, y aquí te damos toda la información más crítica para lograrlo, desde lo que esta capacidad representa hasta cómo medirla y desarrollarla.
¿Qué es la resiliencia financiera?
Para empezar: la resiliencia financiera se define como la capacidad de una entidad (sea esta una persona o empresa) para mantenerse estable ante condiciones económicas desfavorables, soportando sus efectos, adaptándose a sus cambios y recuperándose de ellas una vez que han terminado.
Está profundamente relacionada con el concepto de flexibilidad financiera, pero, mientras que la flexibilidad se refiere únicamente a la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, la resiliencia implica también soportar sus efectos negativos y reponerse de ellos.
¿Por qué es importante tratar de conseguir resiliencia financiera en tu empresa?
La importancia de esta capacidad radica en una cosa: sin ella, tu empresa no puede asegurar su supervivencia en un mercado y entorno económico sujetos a cambios constantes, tal y como el que existe en la actualidad, puesto que cada fluctuación negativa podría tener mayor impacto, y el tiempo y recursos que necesitarías para contrarrestarlo y recuperarte de este serán mayores.
En cambio, un nivel positivo de resiliencia financiera puede darte estos beneficios dentro de este contexto:
- Permite atender problemas con suficiente tiempo y recursos, pero sin drenar aquellos de vital importancia para otras áreas.
- Ayuda a actuar de forma proactiva en vez de reactiva, con decisiones informadas y planificadas en lugar de acciones defensivas y motivadas por presión en lugar de estrategia, las cuales pueden resultar contraproducentes.
- Permite operar de forma estable, sin que fluctuaciones y nuevos contextos afecten tan significativamente a tu empresa.
- Reduce el estrés de tu equipo al evitar que los efectos de presiones innecesarias influyan en su desempeño o motivación.
- Te prepara para el aprovechamiento de oportunidades futuras con capital ahorrado suficiente.
- Derivado de operaciones más estables, genera confianza con accionistas, socios y clientes.
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¿Cuáles son los indicadores de resiliencia financiera?
Pero, ¿qué es lo que define a la resiliencia financiera? ¿Cómo es posible medirla y monitorearla? Son 4 los indicadores principales que contribuyen al desarrollo de esta capacidad y cuyo monitoreo permite medirla objetivamente:
Liquidez: el flujo de efectivo de tu empresa determina su capacidad para afrontar compromisos de pago a corto plazo y, por ende, para lidiar con costos emergentes con suficiente adaptabilidad y resiliencia.
Rentabilidad y eficiencia operativa: a mayor rentabilidad, mayor es la capacidad de tu empresa para afrontar una baja temporal en ventas y retos similares; a mayor eficiencia operativa, mejor es tu empresa reduciendo costos en momentos inciertos, pero sin afectar ganancias, productividad o calidad. Por ello, también determinan la capacidad de tu negocio de afrontar nuevos desafíos.
Gestión de deuda: la deuda de cualquier tipo pone presión sobre el flujo de caja y puede frenar el crecimiento futuro, así que la forma en la que es manejada también es un indicador clave.
Desempeño operativo y de mercado: ¿qué tan diversificada y protegida es la cadena de suministro de tu empresa? ¿Qué tanta es la variedad de clientes con la que trabaja? ¿Qué tan baja es su rotación de clientes? Todo esto es importante para entender la vulnerabilidad de las operaciones de tu empresa frente a cambios.
Consejos para alcanzar la resiliencia financiera de tu negocio
Ahora puedes tener una idea más concisa de lo que una buena resiliencia financiera es, pero, para traer la teoría a un contexto práctico, estos consejos concretos te ayudarán a construirla de forma tangible y de alto impacto en tu empresa:
Crea un fondo de emergencia
Ahorrar periódicamente e invertir estos ahorros en un fondo de reserva le ayuda a tu empresa a afrontar gastos inesperados sin drenar recursos de otras áreas. Idealmente, éste debe poseer el equivalente a 6 meses de gastos operativos.
Planifica con proyecciones y presupuestos
Las proyecciones financieras y los presupuestos brindan información y guías que permiten ser proactivo en la toma de decisiones, ser estratégico con inversiones y prepararse contra cambios futuros.
Mantén una visión estratégica clara
Tener una idea clara de las necesidades, metas y prioridades de tu empresa facilita que cada decisión de inversión o ahorro gire en torno a ellas, reduciendo así gastos innecesarios y mejorando la eficiencia con la que los recursos son utilizados.
Monitorea salud financiera constantemente
Los datos actualizados en tiempo real sobre tu salud financiera te permiten actuar conforme a información real, hacer proyecciones y, en general, ayudarte a anticipar cambios y a prepararte para ellos.
Sé estratégico con elecciones de financiación
Saber qué clase de financiamiento elegir de acuerdo con las necesidades de tu empresa en cada momento te ayuda a eliminar intereses y deuda excesivos, así como a tener acceso más rápido al capital que requieres.
Por ejemplo, aunque proyectos a largo plazo pueden financiarse con préstamos más tradicionales, necesidades a corto plazo en las que la liquidez es clave y situaciones en las que un acceso más rápido a recursos es crítico pueden ser afrontadas más exitosamente con soluciones a corto plazo, como el factoraje o factoring.
Invierte en mejoras técnicas y productividad
Aunque las inversiones en automatización, uso de tecnología y una mejor infraestructura digital pueden ser elevadas inicialmente, a largo plazo generan resiliencia por medio de costos más estables y capacidad suficiente para lidiar con fluctuaciones en las exigencias del mercado.
Diversifica
Ya sea en fuentes de financiación, proveedores, clientes o flujos de ingresos, la diversificación le proporciona a tu negocio mayor capacidad de resiliencia financiera, pues el impacto de un proveedor faltante, un cliente que desaparece o una fuente de ingresos en temporada baja se vuelve mínimo en comparación con toda la red comercial y financiera de tu empresa.
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¿Cómo Xepelin puede ayudar a tu empresa a formar resiliencia financiera?
Construir resiliencia financiera nunca es sencillo, pero sí hay muchas soluciones y productos que te pueden ayudar a reducir la complejidad de esta tarea, y Xepelin puede brindarlos en una plataforma de tecnología financiera que incluye estas funcionalidades:
- Monitoreo de datos financieros y comerciales en tiempo real, con reportes generados automáticamente y métricas cruciales de resiliencia, como márgenes de rentabilidad, niveles de deuda, composición de cartera de clientes y proveedores y más.
- Acceso a financiación 100% digital por medio del factoring o factoraje, que te permite adelantar el cobro de facturas pendientes para ayudarte a mantener niveles estables de liquidez, críticos para lograr operaciones constantes en cualquier contexto.
- Gestión automatizada de cobros y pagos para obtener mayor control sobre tu flujo de efectivo y así mantenerlo constante.
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