Para tener una idea clara de la salud de una empresa en determinado momento, se debe llevar a cabo un proceso de evaluación financiera que ayude a detectar aciertos, problemas y áreas de oportunidad.
Ahora bien, llevar a cabo cualquier tipo de proceso de evaluación será mejor que no efectuar ninguno, pero, para que este revele por completo el estado actual de una organización, necesita tener el enfoque adecuado y analizar ciertas áreas cruciales de bienestar económico.
¿Cuáles son estas áreas? Aquí te las diremos de forma clara, brindando una guía que abarca las razones por las que son importantes, cómo medirlas y cómo interpretar los resultados del proceso en general, para así llegar a una evaluación financiera más confiable.
Eficiencia operativa: rotación de cuentas por cobrar y de otros activos
Para evaluar la salud financiera de una empresa, primero se debe medir su eficiencia operativa, es decir, su capacidad para generar más (ventas, productos, efectivo, etc.) a partir de la mínima cantidad posible de activos y recursos, como las cuentas por cobrar, el inventario, los activos no financieros, etc.
Conociendo la eficiencia operativa de tu empresa, puedes obtener una idea clara sobre si sus activos están generando valor al menor costo posible (o sea, de forma eficiente) o si están resultando en gastos innecesarios o excesivos que deban ser controlados.
¿Cómo medirla? Esto se puede hacer tanto de forma general (a nivel empresa) como a nivel particular (activos específicos), calculando la proporción existente entre ingresos y el valor de activos, con estas fórmulas:
Ratio de eficiencia operativa = Gastos operativos totales + Costo de bienes vendidos/Ventas netas
Rotación de cuentas por cobrar = Ventas a crédito netas/Valor promedio de las cuentas por cobrar
Rotación de inventario = Costo de bienes vendidos/Valor promedio de inventario
Rotación de activos = Ventas netas totales/Activos totales promedio
Retorno sobre ventas (ROS) o Margen operativo = EBIT/Ventas totales x 100
Rentabilidad: margen operativo, EBITDA y otros ratios
La siguiente área a analizar en una evaluación financiera es la rentabilidad, o sea, la cantidad de ganancias que tu empresa ha generado en comparación con los recursos que necesitó para crearlas.
Al medir la rentabilidad de tu empresa, puedes saber si todos sus esfuerzos actuales están generando suficientes beneficios como para permitirle crecer, en vez de solo sobrevivir. Por lo tanto, este suele ser uno de los factores más importantes a evaluar.
Las maneras diferentes para calcular la rentabilidad son muchas, pero estas son algunas de las fórmulas más valiosas que puedes aplicar:
ROI = (Ingresos totales de una inversión - Inversión realizada/Inversión realizada) x 100
El ROI permite conocer la rentabilidad de inversiones individuales, comparando todo el valor que generaron con los recursos que se necesitaron para conseguirlo.
ROIC = EBIAT (Ganancias antes de intereses, pero después de impuestos)/Capital total invertido
Por su parte, el ROIC, ayuda a determinar la rentabilidad de toda una organización al comparar el capital invertido en ella en un periodo, con las ganancias obtenidas en ese mismo plazo.
EBITDA = Ingresos totales + Impuestos + Intereses + Depreciación + Amortización
El EBITDA muestra la rentabilidad del modelo de negocio de una empresa en su forma más básica, sin contar impuestos, intereses y otros gastos que puedan tener efecto sobre ella.
Relacionado: ¿Cuáles son los ratios de rentabilidad? Fórmulas y cómo calcularlos
Liquidez: ciclo de conversión y flujo de efectivo
La liquidez es la capacidad que tiene una empresa para responder a todas sus obligaciones de pago a corto plazo y es uno de los indicadores más básicos para comprender la salud empresarial. ¿Por qué razón? En esencia, porque indica si una organización puede sobrevivir a corto plazo con sus propias reservas de capital.
Por ende, esta es otra de las áreas básicas que una evaluación financiera debe considerar para ser precisa.
Existen 2 fórmulas principales que se pueden utilizar para calcular la liquidez de tu empresa, dependiendo del nivel de rigurosidad que necesites. Estas son las siguientes:
Current ratio = Activos corrientes/Pasivos corrientes
El current ratio compara los activos y pasivos corrientes de tu empresa (todos aquellos que se cobran o pagan, respectivamente, en menos de un año) para brindarte una idea aproximada de su liquidez.
Cash ratio = Efectivo y activos equivalentes/Pasivos corrientes
De forma más estricta, el cash ratio solo toma en cuenta los activos más líquidos de tu empresa y los compara con los pasivos corrientes para darte una idea sobre tu flujo de efectivo actual, sin contar inventario que puede no ser vendido o cuentas por cobrar que pueden ser pagadas con retraso.
Igualmente, para predecir posibles problemas de liquidez antes de que se presenten y entender la eficiencia con la que tu empresa está generando y preservando su efectivo, puedes calcular sus ciclo de conversión de efectivo mediante esta fórmula:
Ciclo de conversión de efectivo = DIO (Días promedio de inventario) + DSO (Días promedio de recolección de cobro) - DPO (Días promedio de pago)
El resultado de este cálculo te brindará los días promedio que tu empresa tarda en generar efectivo a partir de su inventario y cuentas por cobrar, considerando también el tiempo que tarda en pagar a proveedores.
Solvencia: patrimonio neto y activos totales
Para determinar si tu empresa tendrá la capacidad para afrontar todas sus obligaciones de pago tanto a corto, como largo plazo, el siguiente aspecto que debe abarcar tu evaluación financiera es la solvencia.
Conocer este indicador es importante, ya que te permite identificar posibles problemas de deuda que puedan llegar a poner en peligro la supervivencia de tu empresa en el futuro.
¿Cómo calcular la solvencia? El ratio de endeudamiento suele ser la forma más simple y efectiva de lograrlo. Esta es su fórmula:
Ratio de endeudamiento = Pasivos totales/Activos totales
Al aplicar esta fórmula, puedes conocer la proporción que existe entre los activos y pasivos de tu empresa y, por ende, puedes conocer si tus activos actuales son suficientes para afrontar todas tus obligaciones de pago.
Te podría interesar: 10 métricas financieras e informes que todo CFO debe dominar
Estructura de capital (Deuda vs. capital) y volumen de endeudamiento
Finalmente, con el propósito de determinar la forma en la que tu empresa está financiada en la actualidad, cualquier evaluación financiera deberá analizar también la estructura de capital, o sea, la proporción existente entre financiamiento de deuda vs. de capital en tu organización.
Al tener una idea clara sobre la estructura de capital que sostiene a tu empresa, puedes entender los retos particulares que enfrenta en materia de deuda o financiación, y así tomar mejores decisiones para impulsar su bienestar.
Para calcular esta métrica, solo es necesario calcular el ratio de deuda sobre capital:
Ratio de deuda sobre capital = Pasivos totales (Deuda)/Capital total (Activos, menos pasivos)
El resultado te indicará la proporción que existe entre el capital total que posee tu empresa y su deuda total, permitiéndote conocer cuál de estas opciones de financiamiento es la que predomina en tu negocio.
¿Qué otros aspectos debe incluir una evaluación financiera?
Estos 5 aspectos son los más fundamentales que una evaluación financiera debe cubrir para ser precisa y confiable. Sin embargo, puedes enriquecer este proceso incluyendo pasos adicionales, como estos:
- Analizar la rentabilidad de inversiones individuales y explorar oportunidades de inversión futuras.
- Identificar riesgos financieros que puedan afectar las finanzas de tu empresa a corto o largo plazo.
- Buscar las causas raíz de los problemas encontrados para proponer soluciones más adecuadas.
¿Cómo interpretar los resultados de una evaluación financiera?
Por sí solos, estos indicadores pueden no aportar mucha información clara que impulse mejores decisiones; para ello, tienen que ser procesados e interpretados siguiendo estos lineamientos:
- En la gran mayoría de los casos, cálculos mayores en cualquiera de los ratios mencionados son algo positivo. Sin embargo, valores demasiado altos pueden revelar otros problemas que deben ser investigados.
- Para que tengan sentido, todos los resultados de la evaluación deben ser comparados con valores pasados de tu empresa. Esto te permitirá detectar patrones, entender mejor la evaluación e, incluso, realizar proyecciones financieras.
- La única forma de saber si cierto valor es positivo o negativo, es comparándolo con el estándar del sector en el que opera tu empresa.
Relacionado: 11 indicadores de desempeño empresarial que debes monitorear
¿Cómo garantizar datos fiables para una evaluación financiera acertada?
Ahora bien, para medir cualquiera de las áreas mencionadas, requerirás datos fiables sobre el desempeño financiero de tu empresa, mes con mes y año con año. Muchos de ellos los puedes encontrar en archivos contables como el balance general y el estado de resultados, pero, considerando que estos pueden contener errores manuales de registro y no estar siempre actualizados, esta no es la mejor opción.
Entonces, ¿cómo asegurar la integridad de los datos financieros? La única forma de garantizarla es mediante un software de analítica de datos que te brinde información en tiempo real y extraída de forma directa y automática desde fuentes confiables, como tu banco o sistema de facturación, como el que Xepelin pone a tu disposición de forma gratuita.
Mediante la herramienta de análisis financiero de Xepelin, puedes consultar datos e indicadores fiables en constante actualización que te permitirán evaluar la salud financiera de tu empresa de forma precisa, siempre que lo necesites. Todo esto, a partir de información real, extraída del sistema de facturación de tu negocio.
Lo único que tienes que hacer para comenzar a usar esta herramienta es crear una cuenta en Xepelin.
Xepelin ofrece tecnología financiera para todo negocio. Centraliza, controla y gestiona las finanzas de tu empresa en un solo lugar.