La cultura financiera se define como una serie de habilidades y conocimientos en torno a una buena gestión de los recursos económicos. Alcanzar un buen nivel de esta es crucial para las pymes en crecimiento que buscan garantizar su bienestar futuro, ya que implica una mejor toma de decisiones a corto y largo plazo en todos los niveles de la empresa y establece las bases de unas finanzas más sólidas.
Conseguir una mejor cultura financiera en cualquier empresa puede ser un proceso largo, dado que consiste en que todos los miembros de esta cuenten con las nociones y herramientas necesarias para gestionar mejor sus presupuestos. Sin embargo, hay varias acciones concretas que puedes aplicar para facilitar esta tarea y lograr que todos en tu empresa operen con una mejor gestión financiera en mente.
Promover una educación financiera completa
El primer paso que puedes tomar consiste en promover una mejor educación financiera en todos los miembros de tu equipo encargados de tomar decisiones de presupuestos. Esto abarca desde comprender conceptos económicos básicos hasta prácticas concretas de la industria del negocio.
Entre los conceptos básicos esenciales para tener una visión completa de las finanzas de una empresa se encuentran los siguientes:
- Liquidez: es la capacidad de tu empresa de solventar sus obligaciones financieras a corto plazo y es una gran prioridad para su funcionamiento ideal, existen varias opciones para maximizarla.
- Punto de equilibrio: es el momento en el que los gastos de una empresa son iguales a los ingresos.
- Margen de beneficio: es un porcentaje que representa el beneficio que genera directamente una operación, como la venta de un producto o servicio.
- Activo: son todos los bienes de tu empresa que generan o puedan generar beneficios.
- Pasivo: son las obligaciones de pago de tu empresa.
También es valioso comprender conceptos relacionados con la inversión, como la rentabilidad, que consiste en el porcentaje de beneficios que genera cualquier tipo de inversión. Esto, tanto para que tu empresa pueda realizar esta práctica, como para que reciba una mayor cantidad de recursos a través de ella.
Lograr una educación financiera uniforme requiere del apoyo de asesores financieros, seminarios y capacitaciones constantes. Pero es parte clave para establecer las demás medidas necesarias para alcanzar una buena cultura financiera.
Definir un plan
El siguiente paso es definir un plan financiero, así como las políticas para seguirlo. Esto inicia con la elaboración de un presupuesto extensivo que incluya toda la información financiera de tu empresa y que te permita realizar proyecciones sobre su crecimiento y su desempeño a lo largo de meses o años.
El plan que generes debe de considerar metas cuantificables que esperas que alcance tu negocio en un determinado plazo. Esto contribuye a que puedas tomar pasos específicos para alcanzarlas y medir el éxito de tu plan una vez transcurrido el tiempo que abarca.
También, se deben incluir análisis variados de todos los factores externos e internos de la empresa. Por ejemplo, un análisis de los recursos necesarios para alcanzar los objetivos, un análisis de punto de equilibrio que permita constatar la rentabilidad del negocio o un análisis de sensibilidad que determine los riesgos y oportunidades de tu empresa según sus características particulares y las de su industria o sector.
Si bien este plan puede ser creado, inicialmente, a partir de estimaciones, es recomendable incorporarlo con información y datos reales de tu empresa o de la industria en la que se desarrolle. Esto, con el fin de apegarse lo más que se pueda a la realidad del panorama económico.
Comunicar y monitorear constantemente
Construir una cultura financiera consiste en una serie de reglas, tanto escritas como no escritas, que dictarán cómo afrontar cualquier decisión económica. Para lograr esto, es necesario monitorear las políticas establecidas en el presupuesto y mantener informados a todos los miembros de tu empresa sobre metas específicas de tu plan financiero y cambios que puedan surgir.
La principal forma de realizarlo es mediante una comunicación constante y transparente con las personas encargadas de tomar decisiones financieras, considerando lo que tengan que decir sobre sus áreas específicas y trabajando en conjunto por el bienestar integral de la empresa.
Igualmente, se deben analizar los datos cambiantes de la empresa en cuanto a su realidad financiera, desde fluctuaciones en los ingresos y costos, hasta factores externos. Esto te permitirá hacer ajustes al plan original, ya que apegarse a él sin considerar esta información puede traer crear más obstáculos al momento de intentar alcanzar tus metas.
Utilizar plataformas de tecnología
La inclusión de plataformas tecnológicas en el día a día de las operaciones financieras de tu empresa te brinda acceso a facilidades y recursos que agilizan los procesos y reducen sus márgenes de error. Estas ayudan a construir la cultura financiera de tu negocio al ofrecer información importante y un mejor manejo de tus finanzas.
Conocer cómo utilizar estas herramientas es crucial para que las pymes en crecimiento puedan mantenerse al ritmo, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos determina que el 87% de los negocios pequeños observan un crecimiento en su eficiencia al incrementar el uso de estas. Además, se encuentra que hay una relación estrecha entre el aumento del uso de tecnología en estas empresas con un crecimiento en ventas, empleos y beneficios.
La incorporación de estas herramientas permite automatizar procesos como el pago a proveedores, el pago de nómina, etc. Y existen plataformas 100% digitales como Xepelin, que te permiten tener el control de tus finanzas en un solo lugar, además de darte acceso a datos y métricas de alto valor que son cruciales para analizar cualquier decisión a tomar por el bienestar de tu negocio.
Beneficios de construir una buena cultura financiera en las pymes
Incorporar todas estas medidas facilita la creación de una mejor cultura financiera en cualquier empresa. Si bien construirla es un proceso que conlleva tiempo y recursos, los beneficios concretos de hacerlo son mucho mayores a largo plazo.
Una vez establecida una cultura financiera, el primer beneficio será un mejor manejo de los recursos, a través de una identificación y eliminación de costos innecesarios, generar presupuestos más precisos, una justificación y un ROI mucho más estable y sólida y un mayor control en el ciclo de vida de tu pyme. Esto es consecuencia directa de la mejor toma de decisiones que ocurre en todos los niveles de tu negocio cuando los miembros de este cuentan con suficiente información de calidad sobre las finanzas en general y sobre las condiciones financieras específicas del sector.
Una cultura financiera sólida también permite determinar opciones de financiamiento que se acoplen más a las necesidades de tu empresa, permitiendo decidir si pedir un crédito o préstamo tradicional o recurrir a alguna otra alternativa. Este consiste en el adelanto de tus cuentas por cobrar y no genera deuda bancaria, por lo que puede ser una gran opción para pymes emergentes que requieran construir su historial crediticio y conseguir financiamiento de forma ágil y segura.
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