Sabemos que un mayor crecimiento empresarial requiere apoyarse en los excedentes de liquidez para invertir en los proyectos adecuados que, a largo plazo, generen mayores niveles de capital. No obstante, identificar estas inversiones clave no siempre es una tarea sencilla, puesto que los riesgos financieros nunca se pueden evitar con total certidumbre y que una mala decisión puede dejar vulnerables a los negocios a problemas de flujo de caja.
Aunado a esto, algunos líderes de negocio no están seguros del momento en el que invertir parece ser una buena opción o de si sus inversiones actuales están siendo rentables. En consecuencia, oportunidades son pasadas por alto e inversiones inefectivas continúan siendo sostenidas, drenando la solvencia poco a poco.
Entonces, con el objetivo de darle a las empresas la información que necesitan para optimizar sus decisiones de inversión, en este artículo hablaremos sobre lo que las inversiones representan, sobre cuándo es momento de llevarlas a cabo, sobre cómo evaluar el rendimiento y riesgo de una inversión y sobre los tipos de inversiones que existen.
¿Qué es una inversión?
En esencia, una inversión es la utilización de recursos (ya sean estos económicos o no, aunque el término suele estar mayormente asociado con el ámbito financiero) en activos o proyectos con la intención de que estos generen algún tipo de beneficio futuro a corto, medio o largo plazo y de que estos sean mayores a la cantidad de recursos que necesitan para ser generados, es decir, que generen rentabilidad.
¿Cuándo deberías invertir en tu negocio?
De manera general, es buena idea invertir en un negocio o empresa cuando este está creciendo en materia económica, o sea, está generando un mayor volumen de ganancias e ingresos.
Este suele ser el momento indicado debido a que un mayor número de ganancias significa un mayor número de capital disponible, el cual puede, entonces, reinvertirse para impulsar las ganancias aún más y evitar que pierda valor cuando existe un excedente.
Igualmente, y con el fin de evitar perder clientes ante la competencia, puede ser una gran oportunidad el invertir cuando la demanda por los productos que ofrece un negocio excede su capacidad para cubrirla, puesto que esto significa que mayores ganancias son alcanzables, pero una infraestructura mejor podría ser necesaria para desbloquearlas.
¿Cómo saber en qué invertir?
Como tal, no existe una regla que indique en qué ámbitos deba invertir una empresa para obtener mejores resultados, ya que la decisión adecuada depende exclusivamente de las necesidades, metas y capacidades específicas de cada negocio. Sin embargo, las inversiones efectuadas en los siguientes ámbitos suelen ser decisiones sabias, basándonos en el contexto del mercado y entorno comercial actual:
- Tecnología, como automatización e inteligencia artificial, pues las nuevas herramientas tecnológicas tienen grandes potenciales en materia de ahorro de tiempo y recursos. Es cierto que las inversiones tecnológicas pueden ser costosas, pero existen herramientas digitales empresariales en el mercado que las ponen al alcance de empresas de menor tamaño y con menores presupuestos.
- Capacitación, tomando en cuenta que se necesita personal capacitado para aprovechar al máximo las herramientas emergentes.
- Acceso a capital, considerando que preservar la liquidez es esencial para evitar la desaparición de una compañía y que el apalancamiento financiero es fundamental para alcanzar procesos de crecimiento más rápidos.
- Software de gestión de recursos y datos, porque estas plataformas contribuyen a una mejor visibilidad, que, a su vez, resulta en decisiones oportunas e informadas.
- Sostenibilidad, ya que las opciones de consumo sostenibles pueden representar una ganancia económica en el contexto actual, en donde los clientes están dispuestos a pagar más por ellas hasta en un 9.7%, de acuerdo con un reporte de PwC.
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¿Cómo evaluar el riesgo de una inversión?
Dado que nunca se tiene certeza exacta sobre todos los factores que pueden influir en el desempeño de una inversión, determinar su riesgo verdadero no es un proceso exacto. Sin embargo, se puede tener una idea sólida sobre los riesgos que conlleva una inversión si se vigilan ciertos indicadores medibles, como la rentabilidad o retorno esperado, o la volatilidad del mercado.
Por ejemplo, se puede calcular la volatilidad midiendo la variación usual que cierto tipo de inversión presenta, o se puede utilizar la analítica para determinar el tiempo en que una inversión específica podría tardar en recuperar los recursos que necesitó.
Igualmente, se puede recurrir a indicadores sencillos de calcular, como el ROI esperado, una métrica clave que puede ser efectiva en determinar la rentabilidad posible de una inversión, sus posibilidades de éxito y, por ende, su nivel de riesgo.
Fórmula del rendimiento esperado de una inversión
La fórmula para calcular el rendimiento esperado de una inversión, o ROI, es la siguiente:
ROI = (Beneficio neto esperado /Valor de la inversión) x 100
Dado que al momento de calcular el ROI esperado no se cuenta con la información exacta sobre los beneficios que generará, se deben realizar proyecciones económicas para obtener un valor aproximado. Esto se puede llevar a cabo realizando un benchmark de procesos similares y en contextos parecidos. Después, se debe dividir esta cantidad entre el valor de la inversión, el cual, si bien será un valor aproximado por igual, existirá una noción inicial más clara sobre él.
Al final, será necesario calcular el resultado por 100 para obtener el ratio porcentual de la relación que existirá entre el valor de la inversión y sus beneficios netos. Una vez obtenido el resultado, este podrá analizarse tomando en consideración que, generalmente, un valor mayor es considerado como mejor y que un cálculo menor podría representar un riesgo para la compañía.
Sin embargo, para entender este valor verdaderamente, es necesario compararlo con el ROI de proyectos similares, ya sean estos del negocio o de otras empresas.
Tipos de inversiones
Conocer los tipos de inversiones que se pueden llevar a cabo es crucial para elegir la indicada, no obstante, dado que cada inversión se puede clasificar en torno a los objetivos y estructura muy particulares de cada proyecto, es necesario destacar solo a los más importantes para evitar confusión. Con esto en mente, se puede decir que son 5 los tipos principales de inversiones.
Inversión de renta y plazo fijos
Comenzando por aquellos tipos de inversión completamente financieros, se pueden destacar las inversiones de renta y plazo fijos. Esta clase de inversiones suelen ser ideales para aquellas entidades que no desean asumir grandes cantidades de riesgo, ya que se conoce el rendimiento de la inversión desde un principio, a pesar de que este tiende a no ser tan elevado. La creación de fondos de inversión de este tipo suele funcionar de la siguiente manera:
- Una institución, ya sea pública o privada, emite un instrumento de deuda en el que terceras personas pueden invertir, estableciendo una tasa de interés fija que se compromete a pagar a las entidades inversoras después del transcurso de un plazo de tiempo específico y fijo.
- Distintas entidades podrán invertir en este instrumento, de hacerlo, tendrán derecho a recibir los intereses establecidos.
- Una vez terminado el plazo acordado, las entidades pueden sacar su dinero del fondo y cobrar los intereses correspondientes.
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Inversión de renta y plazo variables
A diferencia de las inversiones de renta y plazo fijos, en las inversiones de renta y plazos variables no se conoce el rendimiento futuro de la inversión, puesto que este dependerá de muchos factores sobre los cuales no se tiene control absoluto.
En ellas, las instituciones emisoras se comprometen al pago de los intereses generados correspondientes en el momento en el que las entidades inversoras lo deseen, pero la generación de estos no es una garantía. Por lo tanto, aunque el límite de ganancias de esta clase de inversiones es mucho mayor, también se consideran como mucho más riesgosas. Ejemplos de este tipo de inversiones son las compras de acciones de una empresa en el mercado de valores.
Fondos de inversión
Son instrumentos financieros que reúnen los recursos colectivos de una serie de entidades inversoras diferentes, los cuales, posteriormente, son gestionados por una organización que se encarga de invertirlos y entregar los beneficios resultantes a los participantes. Como tal, no existe un nivel de riesgo asociado con los fondos de ahorro, ya que este nivel varía considerablemente entre cada instrumento.
Por ejemplo, algunos fondos de inversión se gestionan de forma conservadora, invirtiendo solamente en instrumentos de renta fija, pero otros se manejan de manera más riesgosa, buscando maximizar el potencial de cada inversión en instrumentos de alto riesgo.
Inversión de bienes de capital
Cuando una inversión se realiza sobre activos fijos o activos no financieros con la intención de que dichos activos impulsen el proceso de producción, generen nuevos flujos de ingresos o, en general, contribuyan al crecimiento de una compañía, a esto se le conoce como inversión de bienes de capital. Esta clase de inversiones puede tener 2 propósitos diferentes:
- De mantenimiento, cuando la adquisición o mejora de activos ocurre con la intención de mantener el nivel actual de producción de un negocio, destinando recursos a arreglar activos que ya no funcionan apropiadamente.
- De expansión, cuando las adquisiciones de activos se realizan con el fin de expandir las actividades de una empresa a través de su volumen de producción para generar más beneficios económicos.
Inversiones de crecimiento y expansión externos
Finalmente, cuando un proceso de inversión se lleva a cabo con el fin de expandir las operaciones de una empresa más allá de simplemente mejorar sus capacidades productivas, a esto se le conoce como inversión de crecimiento o expansión externa. En esencia, consiste en que una compañía realice el proceso de adquisición de otra compañía diferente con el fin de llegar a nuevos mercados o aumentar su participación en el mercado, entre otras razones comunes.
Al contar con la información suficiente que necesitan para tomar una decisión en cuanto a las inversiones que quieren realizar, las compañías pueden desbloquear el verdadero potencial de sus recursos. No obstante, decir esto es más sencillo que hacerlo, y una variedad de inversiones empresariales necesita estar acompañada de herramientas que permitan entender su impacto en tiempo real para entender si estas son, en verdad, exitosas.
Para ello, Xepelin ofrece un sistema gratuito de monitoreo de datos en tiempo real que permite vigilar de cerca la salud financiera de una empresa siempre que sea necesario. Mediante esta plataforma, los negocios de cualquier tamaño pueden consultar su volumen de compras y ventas, márgenes de beneficio, historial de deuda y más indicadores financieros que les permitirán entender el impacto de cada decisión tomada en materia financiera.
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