Mediante un análisis de solvencia, es posible detectar problemas financieros específicos que una empresa necesita arreglar a largo plazo y así tomar las medidas necesarias para solucionarlos antes de que causen daño.
En Xepelin, queremos que cuentes con las mejores herramientas para monitorear la salud de tu negocio en tiempo real y con la información necesaria para realizar análisis financieros precisos. Por esta razón, en este artículo hablaremos sobre cómo realizar un análisis de solvencia, cómo interpretar sus resultados y las medidas que puedes tomar para mejorar la solvencia de tu empresa.
¿Qué es un análisis de solvencia?
Es un análisis financiero que tiene el propósito de medir el nivel de solvencia de un negocio, es decir, su capacidad para afrontar todas sus obligaciones de pago. Como parte de un análisis de solvencia, se deben calcular también otros ratios financieros como el de endeudamiento, apalancamiento financiero y liquidez.
Aunque existen múltiples detalles que se deben considerar el momento de realizar un análisis de solvencia, el proceso se puede resumir en 4 pasos:
- Recolección de datos para calcular ratios
- Cálculo de ratios de solvencia
- Interpretación de resultados
- Creación de un plan de mejora de solvencia
¿Cuál es la diferencia entre solvencia y liquidez?
Mientras que la solvencia se refiere a la capacidad de una empresa para afrontar sus obligaciones de pago totales (tanto a corto, como largo plazo) la liquidez consiste en la capacidad de esta para pagar las obligaciones a corto plazo (menos de un año). Contar con liquidez es parte de un buen nivel de solvencia, pero si no se cuenta con otro tipo de activos al mismo tiempo, el manejo de solvencia será deficiente y la empresa podría declararse en bancarrota.
Ambos conceptos están estrechamente relacionados, por lo que una gestión financiera eficiente involucra mantener niveles correctos en cada uno.
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Ratios cruciales para realizar un análisis de solvencia
Antes de realizar el cálculo de los ratios de solvencia, es necesario contar con la información necesaria para hacerlo. Es posible encontrar estos datos en el balance general de una compañía. Una vez identificados, puedes calcular los siguientes 4 ratios para obtener una visión integral de la solvencia de tu negocio:
Ratio de solvencia
Este primer ratio consiste en calcular la capacidad de una empresa para afrontar sus obligaciones de pago totales en caso de que todos sus activos fueran liquidados. Se calcula dividiendo el total de activos de una empresa entre el total de pasivos. La fórmula es la siguiente:
Ratio de solvencia: Activos totales / Pasivos totales
Para interpretar los resultados, se toma como referencia el número 1, un cálculo que resulte en esta cifra significa que la compañía tiene los activos justos necesarios para afrontar su nivel de deuda. Si el resultado es mayor a 1, la empresa puede afrontar sus obligaciones de pago con recursos de sobra, aunque un ratio demasiado alto puede señalar una gran cantidad de recursos sin aprovechar. Por otro lado, si este es menor a 1, la empresa debe tomar medidas para adquirir mayor solvencia.
También es posible calcular el ratio de solvencia a largo plazo sustituyendo en la fórmula los activos y pasivos totales por activos y pasivos fijos. El resultado mostrará si la empresa sería capaz de afrontar sus obligaciones de pago a largo plazo en caso de liquidar sus activos, exceptuando su capital de trabajo y otros activos más líquidos. La forma para interpretar el cálculo será idéntica al del ratio de solvencia general.
Ratio de liquidez
Cuando se calcula el ratio de solvencia a corto plazo, se le denomina ratio de liquidez. Este se encarga de medir la capacidad que tiene una empresa para afrontar sus obligaciones de pago más inmediatas con sus recursos más líquidos, es decir, sus activos circulantes o corrientes. La fórmula es la siguiente:
Ratio de liquidez: Activos corrientes o circulantes / Pasivos corrientes o circulantes
El proceso para interpretar el resultado es igual al del ratio de solvencia. Por lo que un resultado mayor a 1 tiende a ser positivo (a menos que sea tan alto que muestre un exceso de recursos líquidos que puedan perder valor a lo largo del tiempo) y un resultado menor representará una señal de alerta que señala la necesidad de tomar medidas que mejoren la liquidez, ya sea por medios propios o con financiamiento externo.
Pero ¿Por qué es necesario medir la liquidez para realizar un análisis de solvencia? Además de que la liquidez es parte de la solvencia, un buen ratio de liquidez puede ser clave para corregir problemas de solvencia antes de que afecten a una compañía. Si una empresa que carece de solvencia, pero cuenta con activos líquidos de sobra para responder a sus obligaciones a corto plazo, puede utilizar estos mismos recursos para tratar de arreglar sus problemas de solvencia a largo plazo.
Ratio de endeudamiento
El ratio de endeudamiento representa la proporción entre la cantidad de deuda que posee una empresa y el total de activos propios que tiene para afrontarla. En pocas palabras, permite entender el lugar que ocupa la deuda en el financiamiento cotidiano de la compañía. Su fórmula es la siguiente:
Ratio de endeudamiento: Pasivo total / Patrimonio neto
En este caso, cualquier resultado igual o mayor a uno es una señal de alerta, ya que indica que la deuda ocupa un gran lugar de los recursos que la compañía analizada utiliza. Cualquier resultado menor a 1 es lo ideal, ya que muestra un manejo correcto de la deuda como recurso, sin dejar de generar recursos propios.
Para calcular el endeudamiento a largo plazo, solo es necesario sustituir los pasivos totales por pasivos fijos. La forma para interpretarlos será la misma.
Ratio de apalancamiento financiero (Equity Multiplier)
De forma opuesta al ratio de endeudamiento, el ratio de apalancamiento (o equity multiplier) muestra el lugar que ocupa el financiamiento propio de una empresa en comparación con su deuda externa. Esta es su fórmula:
Equity Multiplier: Activos totales / Patrimonio neto
Su interpretación deberá de ser opuesta a la del ratio de endeudamiento, por lo que, en este caso, un número mayor indicará un mejor desempeño, mientras que un número bajo señalará un apoyo excesivo en la deuda externa.
De manera similar, para calcular la versión a largo plazo, se debe de cambiar el activo total por el activo fijo.
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¿Cómo interpretar los resultados de un análisis de solvencia?
Por sí solos, los ratios de solvencia no dicen mucho sobre el desempeño de una compañía, únicamente muestran una imagen estática de ella en un momento específico de tiempo. Por esta razón, para realizar un análisis de solvencia que logre aportar una perspectiva verdaderamente valiosa, se deben de tomar en cuenta 3 consideraciones:
- La única forma de comprender lo que los ratios intentan decir, es mediante su combinación. Por ejemplo, un ratio de solvencia bajo solo muestra que existe un problema, pero, al combinarlo con el ratio de endeudamiento, tal vez sea posible encontrar que la causa está en un apoyo excesivo en la deuda externa, y al combinarlo con el ratio de liquidez, se puede identificar una posible solución.
- Los ratios son estáticos, por lo que su potencial no es aprovechado si no se calculan constantemente para monitorear su evolución, o si no se integran con herramientas de análisis de datos en tiempo real que faciliten su revisión continua. Combinar ratios muestra nuevas perspectivas, pero analizarlos de forma conjunta a lo largo del tiempo agrega una dimensión extra para entender si el manejo de recursos de un negocio está siendo verdaderamente eficaz.
- Algunos ratios pueden parecer negativos o positivos a primera vista, pero cuando se analizan en el contexto de una industria, se obtiene una mejor perspectiva sobre ellos. Por ejemplo, si una empresa de tecnología encuentra que su ratio de endeudamiento es de 1.3, esto puede parecer una señal de alerta. Pero, si al comparar con otras compañías de su mismo sector, encuentra que el promedio se encuentra en 1.5, la empresa puede determinar que su estrategia no está siendo tan deficiente como parecía en un principio.
Pasos para mejorar la solvencia de un negocio
Dado que la falta de solvencia es un problema que engloba múltiples aspectos, su solución también debe de hacerlo. Aunque un único factor sea detectado como la causa de un problema de solvencia, si se opta por enfocarse solamente en él, existe el riesgo de que los otros aspectos sean descuidados. Para que esto no suceda, cualquier estrategia debe de involucrar al menos 6 pasos:
- Priorizar el manejo de deuda: una de las causas más comunes de problemas de solvencia es un apoyo excesivo en la deuda externa. Para solucionarlos, es necesario tomar medidas para priorizar el pago de deuda antes de contraer nueva o renegociarla, y comenzar a monitorear de cerca el historial de deuda.
- Mejorar la liquidez: un buen nivel de solvencia requiere de un buen nivel de liquidez para afrontar las obligaciones más inmediatas y construir un plan que solucione problemas a largo plazo. Una buena forma de hacerlo es a través del factoraje o factoring, que consiste en el adelanto de facturas para reducir los ciclos de liquidez sin generar más deuda.
- Controlar costos: una mala solvencia puede ser ocasionada por costos que no son proporcionales a los precios finales de un producto o servicio. Para solucionar esto, se deben monitorear de cerca los costos de producción y determinar si existen formas para disminuirlos, como buscar nuevos proveedores o renegociar contratos.
- Diversificar clientes: depender de un bajo número de clientes para generar una gran porción de las ganancias de una empresa es una práctica riesgosa, ya que, en caso de que esos clientes desaparezcan o disminuyan su consumo, la compañía puede ver sus finanzas gravemente afectadas. Esto se puede solucionar invirtiendo en la búsqueda de nuevos clientes y utilizando herramientas que permitan monitorear de cerca la cartera de clientes.
- Encontrar nuevos flujos de ingresos: si diversificar tu cartera de clientes no es suficiente para aumentar la solvencia de tu empresa, también es posible encontrar nuevos flujos de ingresos y explotar nuevos mercados. Para ello, puedes realizar un análisis de mercado o, incluso, pensar en un nuevo modelo de negocios.
- Realizar una nueva planeación financiera: una vez que se solucionan los problemas de solvencia, es vital evitar que vuelvan a suceder. Por ello, es importante crear un nuevo plan financiero que tome en cuenta todo lo aprendido durante la ejecución de un análisis de solvencia.
La gestión apropiada de la solvencia y liquidez de un negocio es clave para su supervivencia y desarrollo continuo, y la mejor forma de alcanzarla es mediante un monitoreo constante. Por eso, Xepelin ofrece una herramienta de monitoreo de datos en tiempo real, la cual, a partir de los datos de facturación de tu empresa, muestra métricas valiosas como historial de deuda, concentración de cartera de clientes y proveedores, volumen de compras y ventas, y otros indicadores que facilitan la gestión financiera de una compañía, sin importar su tamaño.
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