Hoy en día, las empresas pueden elegir entre 2 opciones principales para recurrir a productos y servicios financieros distintos: los bancos tradicionales y las fintechs (empresas de tecnología financiera).
Ambas alternativas son válidas y ofrecen ciertos beneficios, pero cada una posee características muy diferentes en cuanto a agilidad, accesibilidad, infraestructura, etc., y conocer estas diferencias es importante para seleccionar a la mejor institución posible de acuerdo con las necesidades de tu empresa.
Si no sabes cómo tomar esta decisión, aquí te ayudaremos a hacerlo con información sobre aquello que distingue a las fintechs y bancos entre sí, una comparación entre los productos que ofrecen y sus niveles de confiabilidad, y lo que debes evaluar dentro de tu empresa para elegir la institución más adecuada para ella según sus necesidades.
¿Qué es un banco? ¿Qué lo define?
Un banco es una institución financiera autorizada para almacenar y manejar el dinero del público general de acuerdo con lo que cada cliente solicite, así como para ofrecer servicios adicionales de prestación de dinero. Por lo tanto, una organización de este tipo es definida por su capacidad para brindar toda esta agrupación de servicios legalmente.
Aunque existen excepciones, la gran mayoría de los bancos ofrecen sus servicios bajo un esquema tradicional, caracterizado por procesos y sistemas heredados del modelo bancario original.
¿Cómo se define una fintech?
Por su parte, una fintech se puede definir como una empresa que ofrece servicios financieros respaldados por innovación tecnológica, sean estos de almacenamiento y gestión de dinero (como los neobancos, que son fintechs con autorización para desempeñar estas actividades) o de otro tipo, como el otorgamiento de créditos o la prestación de servicios de factoring.
Fundamentalmente, las fintechs operan bajo un esquema disruptivo, impulsado por la innovación de los procesos, sistemas y tecnologías que, históricamente, han hecho posible la prestación de servicios financieros.
¿Cuál es la diferencia principal entre un banco y una fintech?
Considerando estas definiciones, y a pesar de que ambos tipos de organizaciones buscan cubrir las mismas necesidades, queda claro que la diferencia principal entre un banco y una fintech es el esquema bajo el que operan y, por ende, su enfoque y prioridades principales.
Por un lado, los bancos (en su mayoría) son caracterizados por un esquema tradicional centrado en seguridad, estabilidad y confianza en el que las prioridades están en adaptar nuevos servicios a sistemas clásicos, apegarse a procesos que, aparentemente, no necesitan actualizarse, evitar riesgos y crear procedimientos robustos y presenciales que inspiren confianza en clientes.
En cambio, las fintechs se centran más en agilidad, innovación y experiencia de cliente, priorizando la creación de servicios y productos financieros cada vez más convenientes, procesos digitales de solicitud ágiles, e interfaces de interacción 100% virtuales (como apps) fáciles de navegar, que sustituyen la interacción con ejecutivos en sucursales físicas.
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Otras diferencias clave entre banco y fintech
Derivadas de estos enfoques, existen otras diferencias clave entre la forma en la que bancos y fintechs operan:
- Costos: debido a una estructura de costos compleja que involucra el mantenimiento de múltiples sucursales y a tasas de interés elevadas que deben de compensar ciertos riesgos, los bancos suelen ofrecer productos más costosos.
- Interacción con clientes: dada su perspectiva única, la comunicación de los bancos con sus clientes prioriza la formalidad, mientras que las fintechs interactúan en un tono menos serio y más accesible.
- Trámites: en general, los bancos trabajan con procesos más complejos de revisión de solicitudes y exigen a sus clientes la realización de trámites más extensos para la adquisición de ciertos servicios.
- Infraestructura tecnológica: aunque han existido avances considerables en años recientes, generalmente, los bancos no cuentan con sistemas de información y tecnología tan avanzados como las fintechs, sino que continúan utilizando herramientas clásicas.
- Requisitos de crédito (accesibilidad): con una infraestructura tecnológica más desarrollada, que permite analizar el riesgo de clientes con mayor precisión y menos datos, las fintechs suelen poner menos barreras de entrada para el acceso a sus servicios.
- Flexibilidad: como consecuencia de procesos complejos y un enfoque en protegerse contra amenazas, los bancos tienden a tener menor disposición a adaptar su oferta a necesidades individuales, a diferencia de las fintechs, cuyos procesos simplificados les permiten tener mayor flexibilidad.
- Agilidad: debido a trámites simples y mayor adopción tecnológica, las fintechs tienden a ser mucho más eficientes y rápidas para entregar productos y servicios financieros en cuanto se necesitan, en contraste con los bancos, que necesitan más tiempo para procesar una solicitud.
Tipos de productos que ofrecen bancos vs. servicios ofrecidos por fintechs
En esencia, tanto bancos, como fintechs tienen la capacidad de ofrecer servicios similares de almacenamiento de dinero, inversión, realización de transferencias, prestación de crédito, otorgamiento de seguros y demás.
Sin embargo, la innovación tecnológica del sector fintech le ha permitido desarrollar estos productos clásicos y llevarlos al siguiente nivel en materia de agilidad, accesibilidad y personalización, como aquellos ofrecidos por la industria insurtech (creación personalizada de pólizas de seguro) y la asesoría de inversiones y gestión de activos asistida por inteligencia artificial.
Asimismo, esto ha contribuido al surgimiento de productos financieros completamente nuevos y no ofrecidos por la banca tradicional, pero que cubren las mismas necesidades, tales como los siguientes:
- Lending P2P, Crowdfunding, y otras soluciones de financiamiento colaborativo, sin intermediarios, que permiten reducir los costos de financiación con menores intereses y comisiones.
- Billeteras digitales que centralizan distintos métodos de pago y monedas en una plataforma digital para simplificar las transferencias de fondos y la realización de compras físicas o virtuales, usualmente, de manera más rápida.
- Transacciones con criptomonedas, un tipo de moneda descentralizada que puede permitir transacciones menos costosas, pero que no es aceptada ni regulada por bancos.
- Pasarelas de pago que simplifican la recepción de pagos por la realización de ventas, tanto de manera física, como digital.
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¿Qué tan confiable es una fintech en comparación con un banco?
Si bien es cierto que existió un momento en el que el sector fintech no era regulado oficialmente por instituciones financieras gubernamentales, la realidad es que, actualmente y en Latinoamérica, las empresas de tecnología financiera son tan confiables como la banca comercial, pues operan bajo los mismos marcos legales en muchos casos.
Por supuesto, aún hay países y regiones en los que la creación de leyes específicas diseñadas para regular las innovaciones y disrupciones traídas por el modelo fintech aún es un proceso lento, por lo que determinar la confiabilidad de cada institución en este sector no siempre es tan sencillo.
No obstante, esta industria ya opera bajo un marco regulatorio detallado en países líderes en el sector, como México y Chile, que cuentan con legislaciones como la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera y la Ley 21521, respectivamente, que brindan guías claras a las que las fintechs se deben apegar y organismos responsables de monitorearlas.
Comparativa de crecimiento entre sector bancario tradicional e industria fintech
¿Cómo ha sido la evolución de estos sectores ahora que se suelen considerar en competencia directa? De acuerdo con datos de Statista, el sistema bancario tradicional parece mantener dominancia en el sector financiero, con ingresos anuales estimados de $8.94 trillones de dólares para 2025, que superan el valor del mercado fintech global, valuado en $394.88 billones en la actualidad.
Sin embargo, esta cifra puede ser engañosa cuando se consideran 2 factores: alrededor de $1.6 trillones de estos dólares son generados por neobancos que forman parte de la industria fintech y las proyecciones de CAGR del sector fintech son de entre el 16.2% y el 25.8%, superando exponencialmente el CAGR estimado del sector bancario: 7.35%.
Además, reportes de McKinsey señalan que, entre 2023 y 2028, los ingresos de la industria fintech crecerán 3 veces más rápido que aquellos del sistema bancario tradicional.
Todo esto indica que, aunque no ha perdido relevancia, la banca tradicional está enfrentando una creciente competencia por parte del sector de tecnología financiera, que muestra un crecimiento acelerado en distintas partes del mundo.
¿A qué se debe este crecimiento tan pronunciado? Ha ocurrido gracias a múltiples factores, entre los cuales, es posible destacar los siguientes:
- Acceso histórico limitado a servicios clásicos por parte de ciertos consumidores y pymes, quienes pueden tener acceso a servicios financieros con menores barreras de entrada por medio del sector fintech.
- Avances tecnológicos que permiten la creación de productos y servicios con menos trámites.
- Cambios en las expectativas de consumidores y empresas, quienes ahora priorizan la velocidad y flexibilidad sobre otras cualidades y prefieren interactuar digitalmente con sus servicios financieros.
Entonces, ¿cómo elegir entre un banco y una fintech?
Ahora bien, ¿cómo elegir una institución para financiar tu empresa? Considerando todo lo anterior, es posible que tengas una idea del tipo de organización que mejor se adapta a lo que tu negocio necesita. Pero, para llegar a una decisión verdaderamente satisfactoria y personalizada, esto es lo que debes tener en cuenta:
- Variación en necesidades y flujos de capital: si las necesidades y flujos de capital de tu empresa son altamente variables (por ejemplo, si es una startup), es posible que sea buena idea recurrir a una institución que pueda cubrirlas a medida que cambien, sin generar excesos de deuda.
- Costo: este factor será importante para asegurar que cualquier producto financiero que necesite tu negocio sea rentable a largo plazo.
- Velocidad: dependiendo de la inmediatez con la que tu empresa necesita ser atendida con financiación u otros servicios, una opción puede ser mejor que otra.
- Características de tu empresa: si tu empresa es pequeña o no ha operado por mucho tiempo, necesita considerar estos elementos para elegir la opción de crédito que brinde mayores posibilidades de aprobación.
- Soporte técnico: hoy en día, ambos tipos de instituciones brindan diversos canales de soporte, pero, dependiendo de si prefieres interacción rápida y digital o en tiempo real (con un asesor), una opción podría ser más conveniente que otra.

En conclusión, con esta información, puedes tomar una decisión más efectiva sobre si acudir con una fintech o banco para cubrir cada una de las necesidades de tu empresa.
Sin embargo, es importante mencionar que muchas estrategias de financiación exitosas balancean ambos tipos de institución financiera, por lo que también podrías considerar aprovechar ambas alternativas.
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