La inflación, el desempleo y la desaceleración económica son solo algunos de los factores macroeconómicos con el potencial para causar presiones en los márgenes de ganancia de tu empresa.
¿Cómo afrontar estos retos? No siempre son sencillos de anticipar, pero siempre es posible manejarlos aplicando ajustes a tu presupuesto, o sea, redistribuyendo la forma en la que tu negocio gasta sus recursos, eliminando gastos innecesarios y potenciando inversiones de mayor valor.
Para ayudarte a lograrlo, en este artículo te traemos 9 consejos clave a seguir para llegar a un presupuesto empresarial que tome en cuenta nuevos cambios económicos y guíe las decisiones de gasto de tu empresa hacia la longevidad y el éxito a largo plazo, de acuerdo con sus necesidades y contexto particular.
Evalúa la situación
¿Cuál es la magnitud del cambio que enfrenta tu negocio? ¿Qué variable está teniendo un impacto sobre este? ¿Las proyecciones señalan que esta situación mejorará o empeorará en el futuro? Lo primero que debes hacer para ajustar tu presupuesto efectivamente ante un cambio macroeconómico es entender su nuevo contexto a partir de preguntas como estas.
Esto te permitirá saber qué tan drásticas deben ser las medidas para afrontar estas nuevas circunstancias, qué opciones tienes para lidiar con ellas y si se trata de un escenario momentáneo o un cambio radical que también deberás manejar a futuro.
Analiza a la competencia
Los cambios macroeconómicos no solo afectan a tu empresa, sino a todo el entorno que la rodea, desde sus clientes, hasta las organizaciones que conforman tu competencia. Con esto en mente, una buena forma de saber cómo manejarlos es, simplemente, poniendo atención a las estrategias a las que están recurriendo tus competidores para afrontarlos.
Hacer esto te dará una idea más clara de la variedad de estrategias siendo implementadas con niveles variables de éxito en un momento dado, ayudándote a saber lo que es buena idea imitar, y lo que es mejor evitar.
Por supuesto, aunque el contexto externo de tus competidores es similar al de tu empresa, sus condiciones internas son únicas, así que no olvides adaptar cualquier estrategia que encuentres como relevante a tu condición particular.
Explora oportunidades de ahorro y reducción de costos
Cambios macroeconómicos como la inflación tienen un impacto directo en los costos operativos de tu empresa, así que deben manejarse con un gasto más eficiente.
Esto implica revisar reportes de gastos de tu empresa y evaluar cada uno con la perspectiva de tu equipo y de indicadores de rentabilidad objetivos, todo con el propósito de identificar gastos innecesarios y eliminarlos, ya sea para invertirlos en otras áreas o para ahorrarlos en un fondo de reserva que permita manejar periodos inciertos.
La decisión de ahorrar o invertir los fondos liberados depende completamente de tu empresa, pero, como regla general, podría ser mejor ahorrarlos si no tienes una idea sólida de en qué área podrías invertirlos, ya que una inversión mal planeada es capaz de aumentar los riesgos de un cambio macroeconómico.
Plantea nuevos flujos de ingresos
Ajustar tu presupuesto no implica solo eliminar gastos, sino también saber qué hacer con estos fondos para compensar una baja en ventas o costos elevados a través de mayores ganancias. Una forma de lograrlo es dedicar recursos a explorar nuevos flujos de ingresos.
No todos los modelos de negocio o productos son afectados de la misma forma por cambios económicos, e identificar aquellos con mayor potencial económico, así como saber explotarlos, puede darle a tu empresa un impulso para afrontar un cambio económico tanto a corto, como a largo plazo.
Claro, esta decisión debe ser estratégica y respaldada por datos sobre el comportamiento de diversos mercados, pues, como se mencionó anteriormente, una inversión desinformada siempre tendrá mayores riesgos que posibles beneficios.
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Reevalúa tu red de proveedores y compara más opciones
Queda claro que la reducción de costos es prioritaria para lidiar con factores como la inflación y la desaceleración económica, pero, ¿por dónde empezar a llevarla a cabo? La mejor área para reducir costos depende del estado actual de tu empresa, pero un buen punto de partida general está en el área de compras.
Incluso con presiones por aumentar precios, cada proveedor es diferente y siempre podrás encontrar uno que brinde los mismos beneficios a menor precio, así que recuerda que la opción de comparar más opciones, reevaluar proveedores existentes y buscar nuevas alternativas siempre está disponible y es una práctica especialmente valiosa en tiempos de incertidumbre económica.
Ajusta precios de forma estratégica
Existe un límite en la cantidad de costos que puedes reducir para mantener precios accesibles durante épocas de inflación o desempleo, y siempre llega un momento durante periodos de cambio económico en el que necesitas reajustar tu estrategia de precios para mantener la rentabilidad.
Elevar precios abruptamente es una decisión que solo alejará a clientes de tu empresa, así que, sea cual sea la nueva estrategia que elijas, esta debe ser pensada cuidadosamente, evaluando el poder adquisitivo de consumidores, los precios ofrecidos por competidores y los costos de tu empresa.
En esta área, algunas buenas prácticas son optar por una alza gradual de precios y añadir valor a tu propuesta de otras maneras (mejor servicio, calidad, soporte técnico, etc.) para justificar un alza de precios frente a tus clientes.
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Toma mayor control sobre inventarios
Mientras que una asignación excesiva de recursos a inventario puede alzar costos de almacenamiento, una asignación deficiente causará ventas perdidas.
¿Qué es lo que esto revela? Que el presupuesto de producción y adquisición de inventario de tu empresa debe volverse más preciso para mantener la rentabilidad en todo momento, pero especialmente durante en épocas de incertidumbre económica, en las que cualquier pequeño desajuste puede tener consecuencias más graves.
Pensando en esto, si aún no has implementado medidas óptimas de gestión de inventario en tu negocio, como la realización de previsiones de demanda y el monitoreo de KPI de proveedores, un cambio macroeconómico significativo es el mejor instante para comenzar.
Evita contraer deuda innecesaria
Incluso si el cambio que enfrenta tu empresa no está relacionado con un alza en tasas de interés, los costos excesivos o innecesarios de financiamiento son problemas que debes solucionar para manejar fluctuaciones macroeconómicas, pues pueden poner presiones extras en tu presupuesto y afectar tus márgenes de rentabilidad.
¿Cómo? Básicamente, mezclando diferentes tipos de financiamiento y eligiendo el más adecuado para cada situación estratégicamente.
Por ejemplo, integrando soluciones a corto plazo, como el factoring o el crédito de capital de trabajo, para cubrir necesidades inmediatas de liquidez sin generar deuda a largo plazo o complementando tu estructura de capital con financiación mixta de deuda y capital.
Mantén la flexibilidad en presupuestos y revísalos constantemente
Finalmente, la clave para ajustar presupuestos satisfactoriamente frente a la inflación, otros cambios económicos y cualquier otra clase de evento es priorizando su flexibilidad, es decir, verlos como una guía general sujeta a cambios y no como reglas fijas que no se pueden alterar.
Lo que este enfoque le aportará a tu empresa es la capacidad para responder a cualquier fluctuación externa satisfactoriamente y evitará que esta opere bajo guías financieras con el potencial para ser obsoletas en cualquier momento.
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Ya sea debido a la inflación, un alza en tasas de interés, cambios en el poder adquisitivo de tus clientes o cualquier otro cambio económico, ajustar tu presupuesto es algo vital para mantener bajo control las finanzas de tu empresa.
Por fortuna, con estos consejos, esta tarea se puede volver algo más sencilla y, sobre todo, efectiva para proteger tu rentabilidad.
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