El 7 de abril de 2025 marcó un punto crítico para los negocios en México, la Bolsa Mexicana de Valores cayó más de 6%, arrastrada por el pánico global. Esto ocurrió debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, reactivada por nuevas medidas arancelarias impulsadas por Donald Trump.
¿Qué ocurrió y por qué ahora?
La caída de las bolsas fue una respuesta global marcada por ventas masivas en los mercados y un movimiento general hacia activos considerados más seguros, como el dólar y el oro.
Según datos de Bloomberg y BBC Mundo, la economía global ya mostraba signos de tensión desde inicios del año, influenciada por:
- La desaceleración del comercio internacional, afectado por tensiones geopolíticas constantes.
- Las tasas de interés elevadas en economías desarrolladas, que reducen el capital disponible en países emergentes.
- Una inflación persistente en rubros clave como alimentos y energía, que ha presionado a consumidores y empresas por igual.
El punto de inflexión llegó cuando Estados Unidos impuso un nuevo paquete arancelario del 20% sobre productos tecnológicos e industriales provenientes de China. En respuesta, el gobierno chino aplicó contramedidas similares sobre bienes agrícolas, automóviles y productos manufacturados estadounidenses.
Esta dinámica aumentó los costos para muchas industrias y acentuó los riesgos de una desaceleración prolongada en el comercio internacional.
Eventos que nos llevaron a este punto
A lo largo del primer trimestre de 2025, los mercados ya venían reaccionando ante las señales de una posible escalada en los conflictos comerciales. Esta tormenta financiera fue el resultado de una acumulación de decisiones políticas y económicas que empezaron a gestarse desde finales de 2024. Con las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump volvió a tomar protagonismo en el debate económico con una retórica centrada en el proteccionismo comercial.
A comienzos de 2025, Trump impulsó un plan de "reindustrialización nacional" que incluyó una ofensiva arancelaria del 20% sobre productos clave importados desde China, particularmente en los sectores tecnológico e industrial. Esta política fue presentada como una medida para recuperar empleos estadounidenses, pero provocó una reacción inmediata en los mercados globales.
China respondió con aranceles equivalentes sobre productos agrícolas, automóviles y manufactura estadounidense, lo que encendió las alarmas en organismos internacionales. Esta tensión comercial revivió el clima de confrontación entre las dos economías más grandes del mundo, generando incertidumbre sobre la estabilidad del comercio global.
Los analistas comenzaron a advertir que esta dinámica podía frenar inversiones, interrumpir cadenas de suministro y aumentar los costos operativos en múltiples industrias. Los inversionistas reaccionaron con cautela, y las bolsas comenzaron a mostrar una volatilidad creciente desde febrero. Para marzo, ya se hablaba abiertamente de una posible recesión global, especialmente si las medidas arancelarias se mantenían o escalaban.
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¿Qué industrias tuvieron más afectación?
- Manufactura: empresas que dependen de insumos importados enfrentaron un aumento en costos y demoras logísticas.
- Retail: las ventas minoristas bajaron como reflejo directo de la caída en la confianza del consumidor, que retrocedió 5 puntos según INEGI.
- Tecnología: varias pymes tecnológicas vieron pausados contratos de implementación o inversión por parte de empresas más grandes.
- Inmobiliario y construcción: con tasas de interés más altas, los proyectos apalancados en crédito sufren mayores dificultades para avanzar.
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¿Cómo este colapso impacta en tu empresa?
Aunque tu pyme no tenga relación directa con mercados bursátiles, las consecuencias pueden sentirse pronto. El acceso a financiamiento se vuelve más limitado, los insumos importados pueden encarecerse, y los clientes (empresas o consumidores) tienden a reducir sus compras ante un panorama incierto.
Si operas en el segmento B2B, es posible que otros negocios congelen proyectos o reduzcan sus presupuestos. Y si tu operación depende de crédito, los flujos de caja podrían verse comprometidos por retrasos o ajustes en pagos.
En este contexto, algunas empresas están comenzando a explorar opciones de financiamiento de corto plazo más flexibles, que les permitan sostener la operación sin comprometer su estabilidad financiera. Evaluar alternativas con menor riesgo de endeudamiento puede marcar la diferencia entre continuar con liquidez o enfrentar tensiones mayores en el próximo trimestre.
¿Qué dice el FMI?
El Fondo Monetario Internacional ya revisó su proyección de crecimiento para México, bajándola de 2.5% a 0.6% para 2025. Advierte que si se prolonga la tensión comercial internacional y continúa el enfriamiento del comercio global, el país podría entrar en recesión técnica hacia la mitad del año.
Esta advertencia no es menor: podría significar menor inversión pública y privada, pérdida de empleos y reducción de líneas de crédito para las empresas.
¿Qué puedes hacer desde tu empresa?
No se trata de reaccionar, sino de adaptarse con rapidez. Estas acciones pueden ayudarte a mitigar el impacto:
- Revisa tus costos y contratos actuales, sobre todo si están en dólares o vinculados a proveedores internacionales.
- Refuerza tu relación con clientes actuales. La cercanía puede ayudarte a mantener ventas estables incluso si el mercado se contrae.
- Evalúa tus fuentes de ingreso y busca nuevas alternativas de liquidez o canales para mantener flujo constante.
- Mantente al tanto de cambios económicos y fiscales. Anticiparse a los movimientos regulatorios puede darte ventaja.
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