Dado que no todas las empresas tienen acceso a la información financiera en tiempo real que necesitan, el proceso para realizar un diagnóstico financiero preciso suele ser algo extremadamente complicado. Además, incluso si cuentan con dicho acceso, ciertos negocios pueden encontrar dificultades al momento de determinar si su salud financiera es suficiente y detectar problemas o áreas de oportunidad, ya que no conocen en qué aspectos concretos fijarse para interpretar los datos de la manera correcta.
Por esto, y con el fin de que tu negocio logre entender su nivel de salud financiera correctamente y en todo momento, en el siguiente artículo hablaremos sobre los aspectos fundamentales que debes tomar en cuenta para realizar un diagnóstico financiero preciso, yendo más allá de los indicadores más básicos y observando las causas detrás de su desempeño.
Cash flow
Medir el flujo de caja, o cash flow, de una empresa es vital para entender su salud financiera y determinar qué tan eficiente está siendo en el manejo de sus finanzas. Esto se debe a que, a fin de cuentas, es este el capital que permitirá afrontar obligaciones de pago a corto plazo, iniciar nuevos procesos de inversión y, en general, permitir que el negocio opere sin contratiempos.
Afortunadamente, se trata de un indicador fácil de rastrear y calcular, ya que solo es necesario restar el valor de todas las obligaciones de pago del total de ingresos recibidos en un determinado momento. No obstante, si bien se puede tener una idea del flujo de caja con el que se cuenta revisando el balance general, este procedimiento solo se realiza mes con mes, por lo que es aconsejable rastrear el cash flow en tiempo real para una visión mucho más precisa, ágil y de fácil acceso.
Gestión de cuentas por cobrar y por pagar
Dado que el flujo de caja se compone de los ingresos generados en un tiempo específico, menos las obligaciones de pago, es decir, de las cuentas por cobrar, menos las cuentas por pagar, la eficacia de la gestión de cuentas es un aspecto esencial a analizar durante la realización de un diagnóstico financiero. Aunque un diagnóstico tradicional se enfoca en medir ciertos indicadores superficiales, estos no revelan las posibles causas de un problema de liquidez, por lo que revisar aspectos como este ayuda a pintar una imagen mucho más clara sobre la salud financiera de un negocio y sobre sus causas.
Pero, exactamente, ¿qué revisar en cuanto a las cuentas? Lo mejor es analizar métricas como los DPO y DSO, buscar posibles cuellos de botella que estén retrasando el pago de las cuentas por cobrar y detectar cuentas por pagar que se están solventando con demasiada anticipación, drenando el flujo de caja antes de tiempo.
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Liquidez a lo largo del tiempo
Los análisis de flujo de efectivo, acompañados de una revisión de los procesos de cuentas, pueden mostrar una imagen clara sobre la liquidez que posee una compañía en un momento específico. Pero, dado que esta imagen es estática, es posible hacerse ciertas preguntas sobre si una aparente eficiencia es producto de prácticas correctas o si es la excepción a un patrón negativo del pasado.
Con el fin de responder a estas cuestiones y generar un diagnóstico más acertado, se puede analizar la liquidez a lo largo del tiempo. De esta manera, al revisar tendencias y patrones pasados, es posible definir el contexto de la situación actual, revelando así si esta está rompiendo un patrón histórico, si se trata de una fluctuación natural o si existe un problema que ha sido pasado por alto a lo largo del tiempo.
Rentabilidad general y márgenes de beneficios
Otro de los aspectos más importantes a analizar para realizar un buen diagnóstico financiero, además de la liquidez, es la rentabilidad general de una compañía. ¿Por qué razón? Los indicadores de rentabilidad, como márgenes de beneficios, te permiten conocer la proporción actual entre la inversión necesaria para generar ganancias y las ganancias mismas, por lo que muestran que tan bien están siendo utilizados los recursos de manera general, especialmente si esta se mide a lo largo del tiempo.
Para conocer la rentabilidad general de tu empresa, puedes calcular y comparar indicadores como el EBT, EBIT y EBITDA para evaluar la gestión de recursos en distintos niveles, o puedes medir ratios como el ROA y ROE que te permitan conocer qué tan eficiente está siendo la inversión en activos y la utilización del patrimonio propio, respectivamente, para obtener mayores beneficios.
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Rentabilidad individual por cada inversión
En efecto, medir la rentabilidad integral de un negocio es fundamental para comprender su situación financiera general, pero esto no dice nada acerca de posibles inversiones específicas que estén reteniendo mayores ganancias o que estén causando otra clase de problemas. Por este motivo, un buen diagnóstico financiero debe de considerar la rentabilidad de cada inversión individual en la que se estén gastando recursos actualmente y monitorearla al igual que la general.
Al medir la rentabilidad particular de cada inversión, puedes detectar aquellos proyectos con potencial, pero que podrían ser impulsados aún más, aquellos que no están siendo rentables y cuya inversión podría ser redistribuida de otra manera, y aquellos que mantienen una contribución estable al bienestar económico de la empresa. Para llevar esto a cabo, puedes medir el ROI de las inversiones de tu negocio.
Solvencia y patrimonio neto
Aunque suelen ser usados en contextos similares, con un mismo significado en mente, la realidad es que la liquidez y la solvencia son 2 conceptos diferentes y deben de ser evaluados individualmente durante un diagnóstico financiero. Por un lado, la liquidez representa la cantidad de recursos financieros circulantes que tiene un negocio para afrontar sus obligaciones a corto plazo, por otro, la solvencia se refiere a la cantidad de estos que existen para cumplir con obligaciones a largo plazo, ya sean estos financieros o de otro tipo.
Esta distinción es importante, ya que una empresa puede aparentar una gran salud financiera debido a un buen flujo de liquidez, pero es posible que, sin darse cuenta, esté teniendo problemas de solvencia a largo plazo que deban ser afrontados antes de que causen estragos.
Entonces, para determinar la solvencia total de tu empresa, debes analizar su patrimonio neto y medir el valor de activos fijos o no financieros que posee y que, en teoría, podría liquidar para afrontar deudas futuras, tomando en cuenta las amortizaciones y depreciaciones aplicables a cada uno. Después, deberás sumar estos a la cantidad total de activos circulantes que existen en la actualidad.
Volumen de deuda y de apalancamiento financiero
Junto con la liquidez y la rentabilidad general, el volumen de deuda y de apalancamiento es uno de los factores más importantes para determinar la salud integral de un negocio en un diagnóstico financiero. Estos indicadores ayudan a detectar ciertas situaciones de riesgo, como si la cantidad actual de financiamiento solicitado es tan extensa que se podría convertir en problemas futuros de liquidez y solvencia, o si la generación de recursos ocurre en mayor proporción gracias a recursos externos en lugar de internos.
Desafortunadamente, sin importar en qué región del mundo opera tu negocio, monitorear de cerca el volumen de deuda y apalancamiento de forma tradicional es bastante complicado, ya que implica consultar distintos estados de cuenta y calcular diferentes tasas de interés. Por esto, es recomendable encontrar una herramienta que te permite monitorear el volumen de deuda de tu empresa en un solo lugar, como la de Xepelin, la cual te brinda acceso inmediato a información sobre tu historial y volumen de deuda actuales, siempre que lo necesites.
Score crediticio
Parte de medir la salud financiera de una empresa consiste en evaluar la probabilidad actual que existe de acceder a nuevos créditos o alternativas de financiamiento, ya que un nivel adecuado de apalancamiento es esencial para un crecimiento empresarial a largo plazo. Con esto en mente, es buena idea tener una noción exacta de indicadores similares al score crediticio para determinar si será posible acceder al financiamiento requerido, en el momento oportuno.
Además, al final del día, el puntaje de crédito es un indicador del riesgo que el otorgar financiamiento a tu negocio representa para instituciones financieras, por lo que conocerlo también puede ayudar a entender si existe algún tipo de riesgo financiero en cuanto a la forma en la que tu empresa gestiona sus recursos.
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En resumen, enfocarte en estos puntos te ayudará a realizar un diagnóstico financiero preciso que pinte una imagen clara y completa sobre la salud financiera de tu negocio. Sin embargo, es importante mencionar que, con el fin de realizar un diagnóstico adecuado, necesitarás de un flujo constante de datos, el cual solo se puede conseguir de manera digital.
Por esto, Xepelin pone a tu disposición una herramienta gratuita de rastreo de datos en tiempo real que te permitirá acceder a información actualizada sobre tu negocio, siempre que lo necesites. En esta plataforma, entre otras cosas, podrás conocer el volumen de ventas actual de tu empresa, su volumen de compras, su historial de deuda, sus márgenes de beneficio y otras métricas que facilitan la comprensión verdadera de la salud de tus finanzas.
Para acceder a esta y otras herramientas gratuitas, y formar parte del ecosistema Xepelin, lo único que debes hacer es crear una cuenta.
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