Las instituciones tradicionales no solo son más estrictas a la hora de decidir a quién le prestan dinero, también lo son sobre la cantidad de crédito que conceden.
Esto es porque cada institución toma sus propias medidas de seguridad para evaluar los riesgos y condiciones de cada empresa, ya que prefieren asegurarse de que la empresa sea capaz de pagar un crédito y así evitar los riesgos de ayudar a una compañía en un sector poco favorable o con un historial desconocido que no pueda comprobar su solvencia.
Pero, exactamente, ¿en qué suelen fijarse las instituciones financieras para aprobar o negar financiación? Aquí responderemos a esta pregunta, con las razones principales detrás de una decisión, el proceso que se suele llevar a cabo y lo que puedes hacer cuando la banca tradicional no es una opción.
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El proceso de aprobación convencional: ¿Cómo funciona en las instituciones tradicionales?
El proceso de aprobación de un crédito evalúa la capacidad de un solicitante para devolver el dinero prestado, junto con los intereses respectivos. Para ello, los bancos siguen una serie de pasos que les ayudan a determinar la elegibilidad de cualquier solicitante que requiera financiamiento.
Usualmente, este procedimiento se lleva a cabo siguiendo estos pasos:
- Solicitud del crédito: el primer paso es que el solicitante complete un formulario de solicitud de crédito, proporcionando información empresarial legal.
- Recopilación y verificación de documentos: requiere una variedad de documentos como identificaciones, comprobantes de ingresos, estados financieros, historiales crediticios, entre otros datos que descarten el fraude o la suplantación de identidad.
- Revisión del historial crediticio: esto les permite ver si el solicitante ha sido puntual en sus pagos anteriores y si tiene deudas pendientes.
- Evaluación de capacidad financiera: deben asegurarse de que el solicitante tenga ingresos constantes suficientes para pagar las cuotas del préstamo.
- Aprobación: si el solicitante es elegible para el préstamo o crédito, el banco ofrece un trato que incluye el monto del préstamo, la tasa de interés, el plazo de amortización y cualquier otra condición.
- Transferencia de dinero: el banco transfiere el monto del préstamo al solicitante.
- Monitoreo del préstamo o crédito: se vigila de cerca la situación del receptor, buscando anticipar problemas y nuevos riesgos que puedan surgir durante la gestión del financiamiento.

Factores comunes que influyen en la aprobación de créditos
La razón principal es que las instituciones tradicionales desean garantizar que no se están concediendo más fondos de los que una empresa puede devolver, considerando intereses y comisiones que le integran a cada crédito que aprueban. Evitando así perder dinero en el otorgamiento de financiación, pues, a fin de cuentas, se trata de una inversión para la institución.
Pero, ¿qué condiciones se consideran un factor importante que altera el otorgamiento del crédito o contribuye a alargar más el tiempo de respuesta?, estos son los factores principales:
- El score o puntaje de crédito, una métrica que se utiliza para cuantificar el riesgo de impago de un solicitante. Mientras mayor sea este número en tu empresa, menor riesgo representará para los bancos y otras instituciones financieras.
- Nivel actual de deuda, considerando que múltiples préstamos pendientes aumentan las probabilidades de que una empresa no pueda pagarlos todos. Por ello, mientras menor sea tu deuda actual, más factible será conseguir un nuevo crédito aprobado.
- Comportamiento de pago o historial de crédito, un registro histórico de la puntualidad con la que tu empresa ha pagado deudas anteriores.
- Políticas internas específicas de cada banco, que pueden considerar particularidades no evaluadas por otras instituciones.
- Variabilidad de ingresos a lo largo del tiempo, mientras más estables se mantengan estos, menor riesgo existe para bancos, por lo que las probabilidades de aprobación de financiamiento aumentan.
- Tiempo en el mercado o tiempo del historial de crédito, para evaluar de manera confiable a un solicitante, las instituciones necesitan datos de comportamiento financiero y de desempeño económico. Por ello, mientras menos tiempo tenga una organización operando, más difícil será determinar su riesgo y, por ende, más difícil será que obtenga un crédito suficiente.
- Estado de la documentación entregada, considerando que posibles inconsistencias podrían ser interpretadas como señales de fraude, disminuyendo drásticamente la probabilidad de recibir financiamiento.
- Consistencia en registros financieros, tomando en cuenta que errores de registro pueden ser detectados como fraude e impedir la aprobación de un crédito.
- Garantías o avales, es decir, activos que podrían ser entregados en caso de impago o individuos que podrían asumir la responsabilidad de una deuda en caso de que tu empresa no pueda pagarla. Mientras mayor sea su valor, más sencillo será recibir financiación.
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¿Qué hacer cuando una solicitud de crédito es denegada?
Ahora bien, ¿qué hacer en caso que una solicitud de crédito sea denegada? Puede ser un escenario frustrante, pero aún hay muchas opciones que puedes tomar:
- Buscar modificar las condiciones del crédito solicitado, reduciendo montos o prolongando plazos de amortización. Esto puede reducir el riesgo de impago y convertir a tu empresa en un mejor candidato.
- Considerar acudir con otra institución, como una fintech que pueda brindar procesos de trámite más rápidos y que no tenga tantas barreras de entrada. Aunque no son opciones familiares, esta clase de empresas están sujetas a las mismas regulaciones legales, por lo que son tan seguras como un banco.
- Evaluar otras opciones de financiación con menores barreras de entrada, como el factoring o los créditos quirografarios, que pueden ser de gran ayuda para conseguir liquidez inmediata sin tanto papeleo y sin tantos requisitos.
- Reevalúa tus finanzas y busca maneras de optimizarlas con tecnología, mejores prácticas o cualquier otro recurso que pueda convertir a tu empresa en un solicitante de riesgo bajo.
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¿Cómo facilitar la aprobación de un crédito empresarial?
Si sabes exactamente la clase de financiamiento que tu negocio necesita, pero aún necesitas trabajar de manera interna para mejorar tus probabilidades de aprobación, estos consejos te ayudarán a lograrlo:
- Comienza con créditos más pequeños que te permitan construir un historial, pero que representen un menor riesgo para tu empresa.
- Aprovecha una variedad de productos financieros diferentes que demuestren la capacidad de gestionar diferentes intereses y montos de pago. Esto te permitirá mejorar tu score crediticio.
- Automatiza el pago de deuda para asegurar pagos oportunos que construyan un historial de comportamiento de pago saludable.
- Digitaliza tus registros financieros para reducir errores o inconsistencias que puedan llegar a ser percibidos como una señal de alerta para instituciones financieras.
- No solicites más créditos de los que tu empresa necesite para evitar el sobreendeudamiento y demostrar responsabilidad financiera.
- Administra de mejor manera el financiamiento otorgado evitando utilizar más del 30% de cada línea de crédito disponible, pues esto influye en el puntaje crediticio de tu empresa y comprueba una utilización adecuada.
- Invierte tiempo en un plan de negocios sólido que le brinde a prestamistas una idea clara de la forma en la que tu empresa aprovechará el crédito otorgado. Esto puede demostrar un nivel adecuado de madurez financiera y planificación que, desde la perspectiva de prestamistas, indica menor riesgo.
"Letras chiquitas" a tomar en cuenta al momento solicitar financiamiento tradicional
Las "letras chiquitas" o cláusulas en los contratos suelen ser pasadas por alto por muchos solicitantes de créditos, esto lleva a solicitudes no aprobadas por razones desconocidas o posibles problemas en el futuro, porque suelen tener un impacto significativo en el costo del préstamo y las obligaciones de pago.
Algunas de las cláusulas más importantes a buscar son las siguientes:
- Tasas de interés variables, que pueden aumentar o disminuir el interés durante la vida del préstamo, generando costos variables y un nivel de riesgo importante que puede dificultar la aprobación de un crédito de con este tipo de interés.
- Comisiones ocultas, como por apertura de cuenta, por pagos adelantados, por cambio de divisa o por cargos por mora, que pueden aumentar los costos del financiamiento.
- Cláusula de compensación, donde se le da permiso al banco de tomar dinero de una cuenta de ahorro o de nómina del cliente para cubrir el pago de un crédito vencido con esa misma institución.
En muchos casos, estas cláusulas pueden afectar la capacidad de tu empresa para pagar un crédito o incluso sus probabilidades de recibirlo, por lo que tratar de identificarlas es clave para administrar las finanzas de tu negocio y elegir el producto financiero adecuado en primer lugar.
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¿Qué otras alternativas de financiamiento tengo?
Si la banca tradicional no es una opción, o si falta mucho para que tu empresa pueda acceder a ella, existen alternativas centradas en el cliente y con mejores condiciones de pago, préstamo, y atención, a las que puedes recurrir.
Una de estas opciones es el financiamiento gubernamental, que se destaca por brindar una variedad de programas diseñados para facilitar el camino a los emprendedores que buscan establecer o expandir su negocio. Estos programas pueden incluir créditos a tasas preferenciales, subvenciones y asistencia técnica, lo que puede resultar invaluable para las pymes en sus etapas iniciales.
Por otro lado, el financiamiento de capital privado se orienta hacia empresas con alto potencial de crecimiento, donde los fondos de capital privado ven una oportunidad de obtener rendimientos significativos de su inversión.
Si lo que necesita tu empresa es maquinaria o activos específicos, el leasing también puede ser una opción viable, ya que te permite arrendar recursos fundamentales para la producción, sin tener que afrontar todos sus costos.
Finalmente, están las opciones digitales, como las líneas de crédito de factoring y el confirming, las cuales han ganado popularidad porque permiten a los empresarios acceder a capital al que antes no tenía acceso, ayudándoles a crecer desde etapas tempranas por medio de menores requisitos y mayor velocidad. Todo ello, a través de las propias facturas de un negocio.
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¿Cuál es la opción más saludable de financiamiento?
El factoring o factoraje suele destacarse como una de las opciones más seguras y saludables, dada su capacidad para no generar deuda. A través de este producto, las empresas adelantan el cobro de sus facturas por medio de una entidad financiera, recibiendo un anticipo en efectivo.
Este capital puede utilizarse para cubrir gastos operativos, consumos generales, invertir en nuevas oportunidades de crecimiento o simplemente para mantener un flujo de efectivo saludable.
La ventaja principal del factoring o factoraje es que no se trata de una deuda adicional para la empresa, sino de una manera de acelerar el flujo de efectivo basado en ventas ya realizadas, por medio de los activos que son las cuentas por cobrar.
Por ello, puede ser de gran ayuda para empresas que necesitan financiación, pero que no pueden correr el riesgo de endeudarse de manera significativa.
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