Después de un periodo prolongado de estabilidad y ganancias constantes, una buena gestión eventualmente resultará en una nueva oportunidad: escalar tu empresa hacia nuevos mercados o mayor capacidad operativa.
Aprovechar este momento es una decisión que puede dirigir a tu negocio hacia muchas ventajas, pero también implica asumir ciertos riesgos, así que, si estás pensando en tomar este camino, hay ciertas cosas que debes saber antes de hacerlo.
En Xepelin, nuestro objetivo es guiar a tu empresa hacia decisiones informadas que impulsen el alcance de tus metas, por lo que en este artículo te ayudaremos con información esencial para saber si tu negocio está listo para dar este paso y para afrontarlo con mayores probabilidades de éxito.
¿Qué significa escalar una empresa?
Escalar tu empresa significa aumentar su capacidad para generar ingresos de manera eficiente, es decir, con más producción, oferta de mejor calidad, mayor alcance a nuevos mercados, etc., pero sin que los costos crezcan en la misma magnitud o al mismo ritmo.
El escalamiento de una organización no implica solamente su crecimiento, sino su evolución eficiente y rentable por medio de inversiones estratégicas en infraestructura y gestión interna que permitan crear mayor valor económico sin un aumento proporcional en gastos.
Aunque hay más factores que se deben considerar para tomar una decisión satisfactoria sobre si escalar tu empresa o no, entender este concepto es fundamental para conocer lo que esto implica y así tener una idea más clara de cuándo es el momento ideal para seguir este camino.
Escalabilidad: ¿Qué es?, y tipos principales
La escalabilidad, definida como la capacidad de una empresa para manejar un volumen creciente de carga de trabajo desde varios ángulos, es una característica básica que cualquier negocio debe tener antes de considerar expandirse.
Si bien puede medirse a nivel general, lo mejor que puedes hacer para determinar el nivel de escalabilidad de tu negocio es segmentándolo en 4 tipos principales y evaluando a cada uno de forma individual:
Escalabilidad administrativa: es la capacidad de los sistemas administrativos (procesos, políticas, personal) de un negocio para procesar un número creciente de tareas sin afectar su eficiencia
Escalabilidad funcional: es la capacidad de una empresa para desempeñar más y mejores funciones sin perjudicar las funciones anteriores. Por ejemplo, incorporando un nuevo flujo de ingresos sin interrumpir el flujo original.
Escalabilidad geográfica: representa la habilidad para expandir operaciones a otras regiones sin fallas, con los recursos monetarios, apoyo, infraestructura, etc. requeridos.
Escalabilidad de carga: es el potencial para manejar, a nivel general, mayores exigencias productivas del mercado con suficientes máquinas, equipo de trabajo, materiales y demás recursos necesarios.
Escalar tu empresa es un proyecto que abarca múltiples áreas, por lo que es buena idea evaluar su nivel de escalabilidad en estos 4 departamentos antes de tomar una decisión final.
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¿Cómo saber si es momento de escalar tu empresa?
Los tipos de escalabilidad brindan una noción de lo que el escalar tu empresa representa, de lo que necesitarás para hacerlo y de si esta está lista o no para este paso. Pero, para ayudarte a detectar este momento de manera más práctica, debes fijarte en estos aspectos:
Demanda: el éxito del escalamiento de un negocio depende de si existe la demanda suficiente para sostener su crecimiento. Si tu empresa percibe un interés creciente por su oferta, es posible que escalar sea una buena idea.
Liquidez y rentabilidad: un volumen de ganancias significativamente mayor a aquél de costos y un flujo de efectivo estable indican que tu negocio cuenta con los recursos financieros que un proceso de escalamiento exige.
Estructura interna: procesos automatizados, eficientes y que representan un bajo o nulo desperdicio de recursos son fundamentales para manejar cargas de trabajo crecientes, así que su presencia puede indicar que es un buen momento para una expansión.
Repetibilidad de procesos: cuando tus procesos de producción y operaciones se pueden replicar fácilmente sin variaciones importantes, esto indica que existe la oportunidad de expandirlos y estandarizarlos para crecer sin problemas.
Propuesta de valor: un modelo de negocios claramente diferenciado de ofertas similares y en una industria que no ha sufrido ningún tipo de mercantilización suele tener mayor capacidad para competir y, por ende, para ser escalable.
Las consecuencias de un escalamiento prematuro
Es mucho lo que debes considerar para tomar una decisión satisfactoria de escalamiento, pero ¿Por qué es tan importante contemplarlo todo? Muchas empresas, especialmente startups, cometen el error de escalar sus operaciones de manera prematura o en condiciones desfavorables, algo que resulta en consecuencias como estas:
- Costos elevados: incluso bajo un modelo eficiente, escalar un negocio implica cierta inversión que, sin una demanda disponible suficiente que la respalde y justifique, puede generar mayores costos y problemas financieros.
- Sobrecarga operativa y laboral: sin los recursos e infraestructura para afrontar mayores mercados, los sistemas de atención a clientes, producción, inventario, etc., pueden verse sobrecargados. Como resultado, son más propensos a cuellos de botella, retrasos y errores.
- Menor calidad: el escalar antes de tiempo puede causar problemas de calidad en muchas áreas, derivados de sistemas de producción sobrecargados y más vulnerables a errores.
- Riesgos reputacionales: debido a retrasos, menos calidad y una dificultad general para satisfacer las necesidades del público, una escala prematura tiende a generar diversos retos en materia de reputación.
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¿Cómo escalar una empresa? Pasos a seguir
En caso de que consideres que tu empresa está en el momento ideal para escalar operaciones, entonces puedes hacerlo siguiendo estos pasos:
Realiza una auditoría interna
Antes de comenzar a invertir y realizar cambios que puedan permitir el escalamiento, analiza los recursos con los que tu empresa cuenta en este momento y los que puede conseguir de manera realista para llevar a cabo el proyecto.
Esto es básico para evitar gastos innecesarios, aprovechar lo que ya tienes y construir expectativas realistas sobre lo que el proceso puede llegar ser en un momento determinado.
¿Qué recursos debes contabilizar? Todos los recursos humanos, financieros, tecnológicos, de maquinaria, relacionales e intelectuales (como patentes y procesos) que puedan ser relevantes.
Evalúa el mercado
¿Qué clase de mercado buscarás captar? ¿Cuál es su volumen? ¿Cuáles son sus necesidades? Estas son preguntas clave que tienes que responder con un análisis de mercado cuantitativo que te brinde una noción de lo que debes hacer para escalar de manera suficiente, es decir, satisfaciendo las expectativas del público.
Centrar este proceso en cubrir las necesidades de clientes es, hoy en día, algo fundamental para competir en el mercado actual y crucial para que tu proyecto de escalamiento genere un impacto real.
Verifica viabilidad financiera
Incluso si tu empresa parece estar en el momento ideal para escalar, realizar un análisis de viabilidad financiera es lo único que te permitirá conocer, objetivamente, si este proceso es asequible y si será rentable una vez terminado.
La experiencia es muy valiosa en el entorno empresarial, pero la manera más apropiada para lidiar con la toma de decisiones de esta magnitud, y de cualquier otra, es con un enfoque en datos que justifique cada decisión.
Establece objetivos
Con metas claras de lo que el escalamiento debe ser, lo que debe hacer y en cuánto tiempo deberá estar finalizado, tu equipo puede alinear sus decisiones para cumplir con estos objetivos puntualmente. Como regla general, establecer objetivos bajo el método SMART es lo mejor.
Redacta un plan
Una vez que sabes lo que tu empresa tiene y lo que deseas lograr con el escalamiento, es momento de redactar un plan que cubra los espacios entre estos dos puntos con directrices claras.
Enfócate en definir los recursos que hace falta adquirir, las acciones que deberán implementarse, cómo será puesto en marcha el proyecto, los procesos que deben mejorarse y las personas que serán responsables de cada fase.
Optimiza lo necesario
Ahora que cuentas con un plan sólido, solo queda ejecutarlo y ponerlo en práctica en un contexto real.
Aunque lo ideal es que este logre todos los objetivos planteados, ningún plan es perfecto, así que mantente abierto a la posibilidad de tener que realizar ajustes conforme el proyecto transcurra.
Monitorea el desempeño del proyecto
Es muy poco probable que no encuentres pequeños problemas e ineficiencias al momento de escalar tu empresa, así que es recomendable que tomes el tiempo para monitorear el desempeño del proyecto y que realices ajustes en donde sea necesario a partir de tus observaciones.
Esto es lo mejor que puedes hacer para asegurar el éxito de tu estrategia a largo plazo y garantizar que esta se mantenga relevante frente a los cambios del mercado.

¿Por qué tomar la decisión de escalar tu negocio?
La realidad es que un proyecto de esta magnitud jamás es fácil de ejecutar, y muchos líderes de empresas pueden estar perfectamente satisfechos con mantenerse estables a lo largo del tiempo. Entonces, ¿por qué escalar tu negocio? Son muchas las razones por las que esto es buena idea, y estas son algunas de las más importantes:
Protege contra cambios en el mercado: ningún entorno comercial se mantiene estable con el tiempo, pues nuevos competidores surgen y afectan la distribución de la cuota de mercado. En este contexto, escalar tu empresa te permite proteger tu presencia en el mercado y evitar ser vulnerable ante estos cambios, ayudándote a conseguir una mayor cuota antes que otros competidores.
Brinda mayores beneficios económicos: los escalamientos exitosos resultan en márgenes de rentabilidad mucho más extensos que pueden reinvertirse o que, al menos, permiten operar con menor estrés financiero ante imprevistos.
Crea mayor presencia de marca: naturalmente, crecer implica alcanzar nuevas audiencias y construir una imagen de desarrollo constante, en lugar de una de estancamiento que puede llegar a influenciar la percepción de clientes.
Atrae talento y socios estratégicos: las empresas en expansión atraen más fácilmente a personal de calidad y socios de valor que facilitan su permanencia en el mercado.
Aporta longevidad: a través de la generación de mayor resiliencia, mejor presencia de marca y un mayor flujo de efectivo, el escalar tu negocio tiende a resultar en una mayor longevidad para este.
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En efecto, escalar tu negocio es un proceso con ciertos riesgos, y el iniciarlo prematuramente puede traer consigo muchos más. Pero, con esta guía, puedes llegar a una decisión más satisfactoria sobre cuándo iniciar este proceso y sobre cómo llevarlo a cabo para garantizar que sea exitoso.
Recuerda que, al momento de tomar esta y otras grandes decisiones para tu empresa, no estás solo, pues cuentas con el apoyo de aliados como Xepelin, que te brinda financiación accesible y adaptada a tus necesidades, así como herramientas digitales gratuitas con las que puedes comenzar a experimentar con la automatización de tus procesos para conseguir mayor eficiencia.
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